Este blog se toma un descanso de tres semanas. Pero su autor seguirá viendo series, qué duda cabe, y aparte de terminar de ver la quinta temporada de Dexter (ya en septiembre daré mis argumentos a favor y en contra de esta serie que se la juega a un solo personaje, y que regresa en octubre con una sexta temporada), seguirá especialmente atento a las nuevas temporadas, que han arrancado recientemente, de dos series bien distintas: Breaking Bad y True Blood. Aparte, recomiendo encontrar un tiempo para ver los cuatro capítulos (¡sólo cuatro!) de la segunda temporada de Luther:
Luther (2ª temporada)
Los seis capítulos de la primera temporada fueron sin duda uno de los más felices descubrimientos del año pasado. El magnetismo que ejerce esta serie negra británica es proporcional al de su protagonista, Idris Elba, el Stringer Bell de The Wire. Aún siendo otra cosa, el comienzo de la segunda temporada traza aún más resonancias con el detective de Conan Doyle, y el temperamental Luther, como un Sherlock contemporáneo, acompañado de su ayudante, se enfrenta ahora a dos asesinos en serie por las calles de Londres. La serie de la BBC sólo tiene cuatro capítulos (de una hora) en esta segunda temporada, si bien la intensidad, el desgarro y la intriga no decaen un instante. Luther sigue caminando sobre el alambre de la ley y se toma como un asunto personal proteger a una joven de una red de pornografía. La vida personal de Luther ha desaparecido con el trágico desenlace de la primera entrega, de manera que esta vez la serie se concentra en la dinámica de investigaciones. Ideas aparentemente sencillas, pero sorprendentes y muy efectivas, afloran constantemente en un contexto de rigor dramático que no tiene parangón con las series criminales norteamericanas. Su esperado estreno llegará el próximo 5 octubre.
Breaking Bad (4ª temporada)
El capítulo más esperado, el regreso de Walter y Jesse, de Heisenberg y Pinkman, después de una ausencia demasiado larga... Acaba de arrancar la cuarta temporada, que será definitiva para calibrar el verdadero alcance de la serie de Vince Gillighan, el 'sleeper' de la AMC. Retrato fronterizo, polvoriento y macabro del último hombre honesto, padre de familia transmutado en capo de la droga, Breaking Bad ha ido superándose a sí misma año tras año. No es solo la capacidad de sorpresa y el cada vez más oscuro trayecto moral que recorre Walter White en su nueva vida lo que alimenta la creciente tensión de esta serie, no es solo la irresistible personalidad de un personaje y su forzado desenmascaramiento, abriéndose paso en un mundo de violencia y traición, y con quien el espectador está invitado capítulo a capítulo a tomar decisiones al límite. Breaking Bad, por encima de todo, ha sabido crear un estado mental, entre la heroicidad y la villanía, la honestidad y el crimen, donde los detalles bizarros, ciertas soluciones visuales, ayudan tanto a enrarecer la trama como a dotar el conjunto de la serie de un enorme carisma. En el primer capítulo de la nueva temporada, Walter y Pinkman renacen una vez más al amparo de una clase de suerte que, suponemos, cualquier día se les acabará. La cuarta temporada de Breaking Bad se podrá ver en España a partir del mes de octubre en el canal Paramount Comedy.
True Blood (4ª temporada)
No es que tenga todavía mucha fe en las criaturas de Bon Temps, ni en sus alegorías políticas (ya agotadas), ni confío demasiado en que el imaginario de Alan Ball pueda dar mucho más de sí (a pesar de hadas madrinas y alquimistas), pero ya que hemos llegado hasta aquí (si no abandoné en la segunda temporada, por qué hacerlo ahora), seguiremos la serie por inercia. Por inercia y por Anna Paquin, todo hay que decirlo. Su personaje Sookie Stackhouse, con el que he pasado por todas las fases de afecto y desprecio (su petulancia es a veces insoportable), ha ido ganando puntos, mientras que Bill Compton (convertido en sheriff de los vampiros en esta nueva temporada) ha quedado desplazado a un segundo plano. Mantienen viva la serie personajes como Lafayette (que ha descubierto su naturaleza bruja), Jason (abducido por las panteras negras), Eric Northman (víctima de un hechizo) y el sheriff Bud (adicto a la sangre de vampiro), pero si no se incorpora un personaje tan potente como el gran Russell Edginton (que salvó la 3ª temporada), no descarto abandonar Bon Temps de una vez por todas. En septiembre llegarán los nuevos episodios de la serie a Canal Plus.