Jaume Balagueró, por Gusi Bejer.

Es uno de esos directores capaces de llenar los cines y que a la salida nadie se preocupe en averiguar si la película era o no española. Jaume Balagueró (Lérida, 1968) es el rey del terror. Tras su éxito con [REC] y su secuela, hoy estrena Mientras duermes, donde da una nueva vuelta de tuerca al género. Luis Tosar y Marta Etura se encuentran en una finca como portero e inquilina...

Es uno de esos directores capaces de llenar los cines y que a la salida nadie se preocupe en averiguar si la película era o no española. Jaume Balagueró (Lérida, 1968) es el rey del terror. Tras su éxito con [REC] y su secuela, hoy estrena Mientras duermes, donde da una nueva vuelta de tuerca al género. Luis Tosar y Marta Etura se encuentran en una finca como portero e inquilina...



Pregunta: En sus películas anteriores el monstruo era sobrenatural. Aquí es un hombre de carne y hueso...

Respuesta: Bueno, aquí el enemigo pertenece a tu círculo, no es alguien que viene de fuera sino de dentro. Todos tenemos un portero, es algo con lo que nos podemos identificar. Así dejamos de lado lo fantástico.



P: Es el malo que faltaba en su nómina: el psicópata.

R: Estamos ante una figura que parece mucho más realista. Esta no es una película de terror al uso en gran parte por el punto de vista. Todo el engranaje de suspense cambia porque vemos la historia desde el punto de vista de este sociópata, más que psicópata.



P: ¿Nos hace peores su película porque nos obliga a identificarnos con el demonio?

R: Ese era el juego que me gustó del guión. El espectador puede intervenir porque está empatizando con ese malvado que traza un plan que seguimos de una manera muy íntima. Queremos que ese plan funcione, y por eso te sientes incómodo con tu propia actitud.



P: ¿Todo monstruo tiene dos caras?

R: Hay dos partes muy diferenciadas: durante el día es amable, simpático, hasta tierno. En contraste, por la noche descubrimos a un personaje abominable, pero es el mismo. En ese juego fascinante, a medida que la historia avanza la noche se va comiendo al día.



P: A partir de ahora, va a dar miedo cruzarse con Luis Tosar en cualquier esquina...

R: Necesitábamos a alguien que fuera capaz de repugnar y atraer, a un actor carismático.



P: ¿Con su película vuelve "la lucha de clases"?

R: Establece un retrato de un vecindario adinerado pero reconocible. El portero es amable y muchos vecinos ni lo saludan, es un personaje casi invisible. Eso ocurre mucho con los conserjes. Hay algo de parábola social. Alguien puede decir que él se rebela contra eso.



P: Más que un comunista, parece un envidioso.

R: Hay un rencor personal que va mas allá de lo social. Si fuera rico, le seguiría ocurriendo esto. En su caso es muy evidente la incapacidad de ser feliz.



P: ¿El malo necesita motivos para serlo?

R: No me gusta dar demasiadas explicaciones sobre el monstruo. Hannibal Lecter es un malo porque sí. Éste es un portero malo porque es malo y punto.



P: Vuelve a aparecer una casa maldita. Con sus películas dan ganas de irse a vivir debajo de un puente.

R: Es un edificio que está en la calle Provenza de Barcelona, el apartamento de Marta lo construimos en plató. Nos costó mucho encontrar a unos vecinos que aceptaran...



P: Se aparta de su público tradicional, ¿teme el fracaso?

R: Me planteé mucho si la película podía ser comercial porque es muy dura. Ahora me doy cuenta de que he ampliado mi base, el terror tiene una audiencia muy concreta. Mis padres nunca habrían ido a ver [REC] si no fuera mía. Es así.



P: Rodó en inglés Darkness y Fragile. Lleva tres películas seguidas en castellano. ¿Es más feliz en casa?

R: Ha sido una trayectoria muy azarosa. Mientras duermes iba a rodarse en Nueva York pero surgieron algunas dificultades y me di cuenta de que prefería hacerla en Barcelona. Acababa de tener un niño y no quería irme muy lejos.



P: Pronto veremos [REC] 3, exclusiva de Paco Plaza, y usted rodará la cuarta parte. ¿Hasta dónde aguanta la franquicia?

R: Con esa cuarta parte se marca el punto final y se acaba la saga. Ya toca hacer otras cosas. Sólo siento gratitud hacia esa película, me ha dado un éxito mundial que no me atrevía a soñar.



P: ¿Qué queda del boom del terror de los últimos años en España?

R: Hemos convencido a la gente de que sabíamos hacer cine de género y ahí sigue. Ha habido grandes éxitos como [REC], El orfanato o El laberinto del fauno, películas que han seguido una senda de género que funciona.



P: Como diría Álex De la Iglesia, ¿Internet es el futuro? R: Internet no es el futuro, es el pasado. Me horroriza toda esa picaresca en la que la cultura es gratis.