Jorge de León, por Gusi Bejer.

Es el tenor revelación de los Premios Líricos Teatro Campoamor de Oviedo, cuyas estatuillas han recaído este año en Sylvain Cambreling, Calixto Bieito, Mª José Montiel, Mariusz Kwiecien, Mikeldi Atxalandabaso y Ruggero Raimondi. A golpe de sustituciones, Jorge de León (Santa Cruz de Tenerife, 1970), que en unas semanas debutará en La Scala, se ha hecho un nombre en el mundo de la lírica.

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  • Pregunta: ¿Dónde le pilló el fallo del jurado?

    Respuesta: Estaba haciendo de Don José en la Carmen de Palermo, cuando empezó a sonar el móvil...



    P: Compartía escenario con María José Montiel, otra de las premiadas. ¿Con qué brindaron?

    R: Con un beso y un abrazo. ¡No paramos!



    P: Primero fue Marcelo Álvarez en Madrid y ahora Marcello Giordani en Palermo. ¿Cómo llevan los marcelos sus sustituciones?

    R: He podido hablar con ambos y, gracias a Dios, la relación es muy cordial.



    P: De policía a tenor revelación. ¿Echa de menos la placa?

    R: La adrenalina sigue. Ya no llevo uniforme, pero ahora me disfrazo de lo que quiero (Risas).



    P: ¿Cuál es hoy su arma más peligrosa?

    R: La fuerza de voluntad puede ser letal.



    P: ¿Y la última multa que le tocó pagar?

    R: Un maldito radar... Pero conservo todos los puntos. Iba a sesenta.



    P: Atracos, reyertas, robos, accidentes... ¿también hacen tablas?

    R: Siempre estoy preparado para la acción. Cuando estaba en el cuerpo me hacían cantar en la Semana Santa de los pueblos. Y ahora me piden que blanda una espada.



    P: Domingo, Corelli, Pavarotti... todos saltaron a la fama por una sustitución.

    R: Es que, como en la Lotería de Navidad, la suerte siempre se canta.



    P: ¿Es la ópera una profesión de riesgo?

    R: Tanta tirolina y escenario flotante puede resultar peligroso. En la Butterfly de Tenerife una puerta casi me rompe la crisma. Por no hablar de esta Carmen, donde termino con el cuerpo lleno de moratones.



    P: ¿Alguna fobia o superstición antes de subir a un escenario?

    R: Como pasta y veo películas de acción. Men in Black puede ser un buen calmante.



    P: ¿Y qué es lo más extraterrestre con lo que se ha topado?

    R: Un club de fans a mi nombre. Un orgullo.



    P: Y usted ¿es fan de alguien?

    R: De Les Luthiers. Lloro con su "educación sexual moderna".



    P: Ahora que lo dice, ¿es cierto que el sexo baja medio tono?

    R: No conviene abusar. Mike Tyson hablaba de la muerte súbita...



    P: ¿Y cuánto tiene su padrino Giancarlo del Monaco de corleone?

    R: Dicen que trabajar con Giancarlo y ver El Padrino te aumenta un 30% la testosterona.



    P: Los dos comparten la nostalgia por los clásicos. Gigli, Schipa, Corelli, Di Stefano, Del Monaco...

    R: Eran cantantes a prueba de bomba. Entonces no se hablaba de acidez ni de hernias de hiato. No iban al médico.



    P: Como público, ¿qué roles le gustan más?

    R: Scarpia, Iago, Don José... Los malos y pérfidos, supongo que porque no lo soy.



    P: ¿Qué prefiere, un móvil inoportuno o un abucheo sancionador?

    R: No sé. El primero desconcentra y el segundo desconcierta, aunque no lo conozco.



    P: Descuide, en febrero debutará en La Scala...

    R: De vez en cuando me pellizco, para creérmelo.



    P: ¿Su do de pecho descamisado pasa también por el gimnasio?

    R: Practico el deporte cultural. Me calzo unas zapatillas y visito ciudades al paso, al trote y al galope.



    P: ¿Cuántas veces ha rechazado un Otello y cuántas volverá a hacerlo?

    R: Unas tres he dicho que no y otras tres volveré a decirlo. Hasta 2013, que es el año Verdi. Buen momento.



    P: ¿Cuál es el mejor consejo de su manager, Alfonso Leoz?

    R: La calma. Es clave.



    P: ¿Y la crítica más dura que ha leído?

    R: La de un periodista en Jerez de la Frontera después de cantar Doña Francisquita.



    P: ¿Qué decía?

    R: Que mi actuación había sido el punto y aparte, lo peor de la noche. Al menos reconocía que el público me aplaudió más que a ninguno.



    P: Si no es indiscreción ¿ha pensado ya en qué se gastará los 10.000 euros del premio?

    R: Sólo sé que no será en un viaje. Me paso el día facturando maletas.



    P: En el Campoamor ha hecho La chulapona y Gavilanes. Tiene fama de donjuán...

    R: No busco el amor. Con mi mujer y mis dos hijas es el amor el que me encuentra a mí.



    P: Ahora que todo vuelve a la calma, ¿qué es más fácil, llegar o mantenerse?

    R: Llegar es mantenerse.