Carlos Saura. Foto: Gonzalo Arroyo
El director recibe hoy la Medalla Internacional de las Artes 2010 de la Comunidad de Madrid. Rodará en primavera una película sobre cómo Picasso pintó el 'Guernica'
Pregunta.- Enhorabuena por la Medalla. ¿Está orgulloso?
Respuesta.- Claro que sí, me siento muy madrileño, toda mi vida ha transcurrido aquí y es una ciudad que me gusta muchísimo. Madrid sigue siendo una especie de pueblo y gran capital a la vez, con esta mezcla de razas y clases sociales. Hay aquí un batiburrillo fantástico y un aspecto cultural potentísimo, está estupenda en ese sentido. En Madrid, además, he hecho varias de mis películas. De aquí son Los golfos, Deprisa, deprisa, ¡Dispara!...
P.- Usted que los tiene casi todos, ¿le da mucha importancia a los premios?
R.- Mucha, porque gracias a ellos, a los que me han dado tanto aquí como fuera de España, he podido continuar mi labor cinematográfica. Voy a cumplir 80 años, tengo más de 40 películas y siete hijos. Está muy bien, pero sigo teniendo ganas de trabajar.
P.- Nada de planes de jubilación.
R.- No, en lo que hacemos nosotros no existe la jubilación. Yo dibujo, pinto, hago fotografía, escribo... nunca he tenido vacaciones porque no las necesito. Entre película y película siempre hay un espacio de tiempo que te permite hacer otras cosas. En mi trabajo la tranquilidad no hace falta.
P.- Mire Oliveira, pasados los 100 y haciendo buen cine.
R.- Yo tengo una titulada Mamá cumple cien años... quién sabe. No, no creo que llegue a tantos, el de Oliveira es un caso excepcional y él es un hombre muy simpático además. Uno vive lo que tiene que vivir, lo importante es trabajar y no estar enfermo, tener la mente sana.
P.- Apasionado de la pintura como es, y hermano de pintor, ya estaba tardando en recurrir a Picasso, personaje altamente cinematográfico. Hábleme de Guernica.
R.- Es una ficción coproducida con Francia que abordará los 33 días que Picasso tardó en pintarlo. Empezaremos a rodar en mayo o junio.
P.- Ha habido sonadas interpretaciones del malagueño, ¿tendrá alguna en cuenta? ¿Ha pensado en el actor que lo encarnará?
R.- No tengo ningún interés en ver otras películas de Picasso. Me interesa más la documentación, las fotografías. Y ya sabe que hoy estamos muy documentados. Los productores de aquí son vascos y vamos a rodar en el mismo Guernica y también en París. Sobre el actor, en eso estamos, aún no puedo decir quién lo hará. También aparece Dora Maar, su amante de aquella época, que es a la única a la que permitió fotografiar el progreso.
P.- El cuadro acaba de celebrar los 30 años de su regreso a España...
R.- Sí, pero solo nos centraremos en esos 33 días. No habrá ninguna referencia posterior.
P.- Acaba de llegar de Francia, donde han recibido muy bien su última película, Flamenco, flamenco.
R.- Como siempre es una maravilla estar allí, y me sorprende que en tantos sitios haya este interés por el flamenco. Yo hago lo que puedo por difundirlo, porque me parece lo más poderoso que hay musicalmente en España. El homenaje y la premiere en París fueron muy bonitos y, antes de eso, he estado en Marsella, en Niza... No puedo seguir a esta película, no tengo tiempo ni energía. El año pasado fui a Canadá, Corea, este año en México...
P.- Como amante de la música, imagino que usted también va a echar de menos a Cesária Évora.
R.- Me maravilló desde que la escuché por primera vez en Río de Janeiro hace muchos años. Me dije, ¿pero de quién es esta voz? Le he seguido desde entonces, era una maravilla. Ella no pudo aparecer en mi documental Fados porque tenía problemas de salud, pero salía otra muchacha caboverdiana cantando una canción de ella.
P.- La guerra civil es el reclamo que no cesa en el cine español, una suerte de subgénero del que usted es pionero con La caza.
R.- La guerra es un tema que estuvo olvidado y maltratado mucho tiempo y que yo he rodeado periféricamente en mi trayectoria. Me gusta que el cine lo aborde. También aparece en ¡Ay, Carmela!, que es una de mis favoritas y que, por cierto, también rodé íntegramente en Madrid. Yo tenía un proyecto muy interesante sobre la guerra que no se ha podido hacer porque es muy costoso, he tirado la toalla porque no tengo energía, no estoy para rodar batallas. Soy más de películas de cámara.
P.- Tal vez algún director joven se anime a llevarlo al campo de batalla. ¿Conoce a sus herederos cinematográficos?
R.- No tengo mucha idea, me da igual si me siguen o no. No quiero dejar una escuela para nadie. Lo que sí sé es que hoy en día, con los avances técnicos, se pueden hacer películas estupendas si uno tiene talento, a pesar de contar con pocos medios. Hoy se puede hacer todo mucho mejor que como lo hacíamos los de mi generación. Pero no estoy muy al tanto de lo que se hace.