A punto de clausurar el año, me propongo enumerar en los dos siguientes posts (el próximo, la semana que viene) algunas observaciones sobre lo que considero lo más destacado del año televisivo. Resulta especialmente raro la total ausencia de Mad Men, pero incluso sin Don Draper, Roger Sterling y compañía (y después del extrañísimo capítulo final Tomorrowland de la 4ª temporada, que nos ha dejado en ascuas durante tanto tiempo... y lo que queda), este 2011 ha dejado momentos realmente memorables para la telefilia. También, por supuesto, alguna que otra decepción.




-Fuera de toda duda, el gran acontecimiento televisivo del año ha sido el estreno de Juego de tronos. La HBO ha vuelto a sorprender a todos los escépticos que creen que la gran edad de oro de la teleficción norteamericana ha tocado a su fin. La saga fanta- literaria de George R. R. Martin ha encontrado un fiel transmisor audiovisual para su intensidad, imaginación y complejidad narrativa, abierta a todo tipo de sorpresas y transgresiones. Esperamos ansiosos el estreno de la segunda temporada, a mediados de abril, de la que ya pueden verse algunos teaser.



-Me ha hecho especialmente feliz que una serie con tantas promesas en su interior como Boardwalk Empire, la descendiente natural de Los Soprano, haya remontado todas las dudas que sembró en su primera temporada. No es sólo que el Nucky Thompson de Steve Buscemi sea un personaje extraordinario, ni que el final de la segunda temporada entregue una de las resoluciones más sorprendentes del año, sino que la serie creada por Martin Scorsese y Terrence Winter encuentra finalmente su equilibrio dramático. Un extraordinario tapiz sobre la corrupción política y criminal de Atlantic City que se convierte en una tragedia griega de implicaciones epicúreas.



-Otra serie que, contra todo pronóstico, ha dado lo mejor de sí es True Blood. En su cuarta temporada ha introducido el universo de los aquelarres de brujas y magos con extraordinarios resultados dramáticos. Será difícil que se supere. No se puede decir lo mismo de The Walking Dead, cuya segunda temporada ha deparado algunos de los capítulos más aburridos y decepcionantes del año. Las cosas parecen mejorar en el capítulo S02E09, pero tanto tiempo perdido buscando a una niña en los bosques será difícil de compensar.



-Hay que romper una lanza en favor de Larry David. y su ya legendario show. Después de ocho años en antena, cuando todo parecía dicho y hecho, y Curb Your Enthusiasm estaba abocada a la repetición de fórmulas episódicas, Larry David ha sorprendido con unos guiones capaces de llevar el formato sitcom a un barroquismo y sofisticación hasta ahora desconocidos. Ni los mejores episodios de Seinfield pueden competir en calidad con un capítulo tan extraordinario como el tercero de la octava temporada: Palestinian Chicken. ¡Larga vida a Larry David!



-Sí, Walter White ha vuelto a hacerlo. Su descenso a los infiernos del tráfico de metanfetamina en la frontera con México ha deparado varios de los momentos más alucinantes de este año. La tensión habitual que Breaking Bad depara a los teleespectadores no ha decaído un ápice en su cuarta temporada, y los acontecimientos finales nos abocan a una nueva percepción sobre su protagonista. Un poco como ocurría en la sexta temporada de Los Soprano, que nos obligaba a juzgar a Tony Soprano con otros ojos, Walter White ya no será ese personaje con el que queramos identificarnos. Ese es el gran desafío al que se enfrentará la serie en su última y quinta temporada.



-Tres series enormemente entretenidas y gratificantes, de gran calidad dramática, han nacido este año: Homeland, Boss y Hell on Wheels. Las tres merecen ser vistas. Homeland da una nueva vuelta de tuerca a las tramas antiterroristas en Estados Unidos, con resultados plenamente satisfactorios (y su intro es una de las más extraordinarias del año); Boss lleva al extremo los enfermizos niveles de corrupción política en Estados Unidos, con Gus Van Sant detrás de la cámara en el sorprendente episodio piloto; mientras que Hell on Wheels toma el relevo de Deadwood (eso sí, con resultados no tan impresionantes) en la renovación del western televisvo.



Continuará la próxima semana...