El 7 de febrero de 1812 nacía en las afueras de Portsmouth Charles John Huffan Dickens, el hombre que dinamitó la novela contemporánea a golpe de ingenio, talento y compasión. “Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, la edad de la sabiduría y también de la locura [...]; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación” escribió al comienzo de Historia de dos ciudades, y hoy, 200 años después de su nacimiento, sus palabras se hacen más carne y sangre que nunca, pues nadie narró como él las miserias de la revolución industrial, se compadeció de los niños explotados ni apostó, contra toda certeza, por el porvenir y la felicidad. El Cultural celebra al autor de David Copperfield, Grandes esperanzas o Casa desolada con un inédito excepcional: lo mejor de su epistolario amoroso con Maria Beadnell, del que apenas se conservan ocho cartas y que lanza a finales de enero Fórcola, en edición de Amelia Pérez de Villar, que explica los pormenores de ese amor prohibido. Además, su biógrafo, Peter Ackroyd desnuda al verdadero escritor en una obligada biografía; Harold Bloom lo reivindica como autor esencial adelantando el contenido de El canon. Novela y novelistas (Páginas de Espuma), y Ricardo Senabre explica su influencia en España, a través de Galdós o Baroja.
El epistolario inédito de Dickens. En su bicentenario, El Cultural celebra al autor de David Copperfield, Grandes esperanzas o Casa desolada con un inédito excepcional: el epistolario inédito del amor prohibido que vivió con Maria Beadnell, del que apenas se conservan ocho cartas.
Fuego escénico, por Harold Bloom. El crítico reivindica a Dickens como autor esencial y lo define, en El canon. Novela y novelistas (Páginas de Espuma), como "el poeta de impulsos fogosos, con el que obtenemos más de lo que debemos dar". Adelantamos un fragmento.
Dickens y los escritores españoles, por Ricardo Senabre. La influencia del autor de Pickwick ha sido evidente y numerosa entre nosotros a lo largo de siglo y medio. Sin embargo, puede afirmarse que dejó honda huella en la narrativa de dos de los grandes clásicos del XIX español, Baroja y Galdós.
Peter Ackroyd: "Dickens fue un esclavo de sus contradicciones". El historiador británico charla con El Cultural sobre El observador solitario, su peculiar acercamiento al escritor victoriano, que define como "un Dickens definitivo y total que aglutina los aspectos significativos de su vida y su personalidad".
Dickens. El observador solitario, por Rafael Narbona. Esta biografía de Ackroyd no incluye grandes revelaciones, pero logra un retrato veraz, matizado y complejo del verdadero Dickens, un hombre con un destino, describiendo con enorme perspicacia su evolución espiritual y psicológica.