Margarita Salas. Foto: Begoña Rivas
No oculta su admiración por el Nobel Severo Ochoa, del que fue discípula. Margarita Salas (Canero, Asturias, 1938) ha puesto la ciencia española en lo más alto por sus trabajos con el virus "phi29" y por su brillante dedicación a la Biología Molecular. Salas, que abrió puertas en la Academia de Ciencias y que hoy ocupa sillón en la RAE, dialoga hoy con la escritora y también académica Soledad Puértolas en la Fundación Juan March en una especial autobiografía intelectual que recorrerá los poco transitados caminos que confluyen entre las ciencias y las letras.
Pregunta.- ¿Cuál es su relación con la literatura?
Respuesta.- Me ha acompañado a lo largo de la vida. En primer lugar, como lectora de
literatura en general y posteriormente de literatura científica. Además, los científicos tenemos que ser escritores de literatura científica, pues los resultados de
nuestras investigaciones los tenemos que dar a conocer en publicaciones. Por ello,
aunque mi capacidad para escribir sea muy inferior a la de Soledad Puértolas, a quien
admiro como escritora y como persona, tengo que hacer el esfuerzo necesario para que
los resultados de la investigación que se realiza en el laboratorio sean asequibles tanto a los científicos como a un público no especializado.
P.- ¿Quiénes le ha influido más, científicos o escritores?
R.- En este sentido puedo decirle que tuve la suerte de tener un gran maestro, Severo Ochoa, quien era un "artista" escribiendo los trabajos científicos. Espero haber aprendido de él, además de Biología Molecular, algo de su capacidad para escribir con enorme claridad y concisión.
P.- ¿De qué manera se conjugan las ciencias y la letras en la Real Academia Española?
R.- En la RAE la ciencia juega un papel importante, ya que su diccionario define términos científicos de uso general. Existe una Comisión de Vocabulario Científico y Técnico compuesta no solo por científicos, sino también por lingüistas. En ella, todos colaboramos para que las definiciones de las palabras que proponemos sean no solo correctas sino que las puedan entender también los usuarios del diccionario, que mayoritariamente no son científicos. Tenemos muy claro que tanto las ciencias como las letras son cultura.
P.- ¿Es necesario no perder de vista el humanismo en la investigación?
R.- Yo creo que a la hora de plantear una investigación es relevante el conocimiento del
mundo en el que vivimos. Aunque se trate de una investigación puramente básica, el
mero hecho de conocer lleva implícito un cierto humanismo.
P.- ¿Qué lugar ocupa entonces la ética en el laboratorio?
R.- La ética está siempre presente. El investigador está obligado a trabajar tomando los principios éticos como norma inquebrantable y a no transgredirlos. La experiencia ha demostrado que cuando ha habido dudas respecto a la ética de algunas investigaciones éstas se han parado para discutir a nivel internacional sus posibles consecuencias.
P.- ¿Cuáles han sido sus últimos progresos con el virus "phi29"?
R.- Recientemente, hemos obtenido unas variantes de la ADN polimerasa de "phi29"
con propiedades mejoradas para amplificar ADN que esperamos produzcan tan
buenos resultados como los de la ADN polimerasa original. Yo creo que esto es una
buena prueba de algo que decía Severo Ochoa: "Hay que realizar investigación básica de calidad y hay que dejar al investigador libertad para realizarla. De esta investigación saldrán resultados prácticos, que no son previsibles a priori, y que redundarán en beneficio de la sociedad".
P.- ¿Cómo ve la nueva situación de la Ciencia en el Ministerio de Economía?
R.- La verdad es que me habría gustado que estuviese la palabra Ciencia en alguno de los ministerios. Cuando escuché los nombres me pregunté: ¿dónde está la Ciencia? Al día siguiente llegó la información de que el Ministerio de Economía y Competitividad tendría una Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación. Lo importante ahora es que esta Secretaría tenga peso específico dentro del Ministerio. Citando de nuevo a Severo Ochoa: "Un país sin investigación es un país sin desarrollo". La nueva Secretaria de Estado, Carmen Vela, a quien conozco bien, sabe lo que es la investigación, el desarrollo y la innovación, y estoy segura de que va a trabajar a fondo para que la ciencia no se quede relegada.
P.- ¿Qué daños está causando la mala coyuntura económica en la ciencia?
R.- Pienso en los jóvenes doctores excelentemente preparados que van a tener que marcharse al extranjero o que no van a poder volver a España después de una estancia postdoctoral porque no les podamos ofrecer la posibilidad de realizar su investigación en nuestro país. Corremos el riesgo de perder una generación de investigadores.