Ana Torrent interpretando a Emma Bovary
La actriz protagoniza la adaptación de 'Madame Bovary' de Emilio Hernández y dirigida por Magüi Mira que se representa en el teatro Bellas Artes de Madrid.
Pregunta.- ¿Por qué ha estado toda una década alejada del teatro?
Respuesta.- Porque en este tiempo no he encontrado ni el momento, ni la obra, ni el personaje indicado. El teatro requiere un tiempo largo de compromiso: un par de meses de ensayo, un par de meses en Madrid y luego una gira. Y yo siempre tenía algún compromiso de cine por medio. Pero quería volver a hacer teatro, Magüi Mira me había comentado un par de veces que quería que hiciéramos algo juntas, y Emma Bovary me parecía el personaje ideal para volver a los escenarios.
P.- Es un personaje extremo y muy complejo. ¿Le van los retos?
R.- Sí, siempre me he enfrentado a proyectos arriesgados, con directores noveles (Amenábar, Médem...) o con personajes muy fuertes. Los retos son lo más bonito de la profesión, son un aliciente que nos empuja a superarnos y ser más creativos.
P.- A la expectación de su vuelta se suma que ésta es la primera vez que se adapta al teatro la novela de Flaubert en España. ¿Qué tal los nervios?
R.- Mentiría si dijera que no he estado nerviosa los últimos días. No sólo he estado diez años sin subirme al escenario, es que nunca he hecho mucho teatro, he hecho cine sobre todo. Y Emma Bovary es mucha Emma Bovary, es muy compleja y tiene un amplio abanico de registros.
P.- La condensación de toda una vida en menos de dos horas debe de ser una tarea difícil.
R.- Es complicado, porque no es lo mismo la comunicación de un lector en soledad con el libro que plasmar eso en carne y hueso. El viaje que hace el personaje es impresionante, empieza siendo una mujer y acaba siendo otra. Se casa enamorada, pero cuando se da cuenta de que su marido no va a hacerla feliz necesita salir, ser amada y sentir placer. Por eso se va con otros hombres. Pero al mismo tiempo va cayendo, endeudándose y cometiendo muchos errores, hasta acabar desgarrada, porque no sabe ser feliz ni disfrutar del presente.
P.- ¿Se ha inspirado en alguna de las adaptaciones cinematográficas que se han hecho de la novela?
R.- No, empecé a ver la que protagonizó Isabelle Huppert [dirigida por Claude Chabrol, 1991] pero no la terminé. Cuando interpretas hechos históricos o personajes muy conocidos, es mejor olvidarse de los referentes y centrarse en lo que quiere contar el director y cómo lo quiere contar.
P.- En la adaptación sólo hay cuatro personajes: la protagonista, su marido y sus dos amantes.
R.- Había que elegir y sintetizar. Es cierto que hay secundarios importantes en la novela, pero se trataba de contar la vida de Emma Bovary, que tiene mucho más que ver con los hombres que con ninguna otra cosa.
P.- ¿Cómo recibe el público a un personaje tan controvertido?
R.- Hay de todo. Unos entienden a Emma completamente, otros entienden su insatisfacción pero no ven sus actos con buenos ojos, y otros se enamoran del marido.
P.- ¿Qué planes tiene más allá de Madame Bovary?
R.- He rodado hace poco con Agustí Villalonga la miniserie Una carta para evita y he empezado a leer un guión para una película. Pero de momento, tengo Bovary para rato.