Fred Cavayé junto a Elena Anaya en la presentación de la película en la Mostra de Valencia. Foto: Europa Press
El director francés estrena este viernes 'Cuenta atrás', protagonizada por Elena Anaya
Pregunta.- Cuenta atrás es una película muy de género. ¿La ve también como personal?
Respuesta.- Por extraño que parezca, sí la veo como una película muy personal. Es un filme en el que reivindico el placer del espectador, propongo algo tan simple como pasar una buena tarde. Hacer películas como éstas en Francia es muy difícil porque se supone que para esto están los americanos. Parece que sólo sepamos hacer películas de autor o cerebrales, pertenezco a una generación que tiene otra formación y queremos hacer cine de género pero eso no significa que no sean películas personales. Yo reivindico hacer películas por el puro placer y que valen lo mismo que las torturadas y psicologicistas.
P.- Sin duda, es complicado competir con los americanos en su propio terreno.
R.- La escena de la persecución en el metro tuve que rodarla en un día, en Estados Unidos tienen tres semanas. En la película está todo lo que rodé, no desestimé ni una sola escena de las planeadas. Cuando no tienes tiempo ni dinero, debes tener ideas. Para mí los rodajes son una diversión, los hago con pocos recursos y mucha voluntad. Ese placer que espero provocar también lo siento yo. Al final, eres como un director de orquesta, todo depende de ti, pero si el tío que toca el piano es un desastre, ya puedes ser un genio que sonará fatal.
P.- La historia del hombre que lucha por su mujer suele ser reflejada de una forma más sentimental en el cine americano. Aquí opta por la acción pura y dura.
R.- Lo veía como una montaña rusa, con emociones constantes. No me interesaba tanto la parte psicológica sino ver a un hombre que corre porque está enamorado de su mujer, no hay necesidad de contar mucho más sobre eso. Quería una cosa simple y eficaz y que el espectador no mirará el reloj ni un segundo. Cuando veo un filme que consigue eso. Es cine simple pero es un placer. Hay una serie de códigos, por ejemplo, que respeto para centrarme en la acción. Por ejemplo, la idea del policía bueno y el policía malo. Eso lo reconoces en seguida y no hace falta andar con mayores explicaciones.
P.- Presenta a una policía muy corrupta. ¿Existe ese problema en Francia?
R.- Es curioso porque los únicos que no me hacen nunca esta pregunta son los propios policías porque saben que es cine y que es mentira. Esa corrupción es un truco de la trama y con ella tiene que ver. Si hubiera querido hacer una crítica social sería el peor director del mundo porque la película lo caricaturiza. Por otra parte, me sorprende que si la película fuera americana nadie se plantearía eso, todo el mundo entiende que es una película. Pero como es una película francesa todo el mundo piensa que debe ser así. Me hace gracia.
P.- Podría pensarse que usted está ansioso por ir a Hollywood.
R.- No, yo lo que quiero es hacer películas americanas en mi país. Además, puedo añadir algunas cosas más propias del cine francés. Por ejemplo, el protagonista tiene miedo y se equivoca mucho. Eso no sucede en Hollywood. Y muere gente que en una película americana no moriría. Eso sí, al final tiene haber una recompensa al espectador después de todo lo mal que lo ha pasado.
P.-¿Cómo llegó a contratar a Elena Anaya?
R.- Comocía a Elena porque en Francia se ve bastante cine español y ella siempre me ha llamado la atención. Elena no hablaba en francés pero en seguida me dijo que lo haría bien, y realmente lo hizo, no sé muy bien cómo. Elena tiene mucha energía y es muy simpática. Fue una bendición.