Fátima Miranda
Actúa hoy, a las 20:30 en el Auditorio 400 del Museo Reina Sofía. (Entrada gratuita hasta completar aforo).
Pregunta.- ¿Qué ha preparado para el espectáculo de hoy en el festival Ellas Crean?
Respuesta.- Traigo una selección de piezas de mi trayectoria, en la que siempre me he preocupado de crear una unidad, pero a la vez es un montaje ad hoc que, como siempre en mis espectáculos, se caracteriza por la correspondencia entre el fondo y la forma. Si a un concierto se va a escuchar y al cine se va a ver, yo quiero que a mí se me vea y se me escuche. Aquí despliego un abanico de atmósferas que concluye de una manera muy loca y divertida, con una especie de clímax. A lo largo de la actuación se despliegan los recursos vocales y las técnicas desarrolladas por mí, digo desarrolladas por no decir inventadas, que lo son, además de las que he tomado de otras culturas vocales, pero metabolizadas a través de mí, que soy de Salamanca. Finalmente aparece el bel canto.
P.- Hábleme de sus arbórbolas y de cómo casan con el festival.
R.- Las albórbolas son las emisiones de voz, los gritos populares de las mujeres bereberes conocidos popularmente como "yuyus". Es un grito de celebración pero también de coraje y de fuerza, lo cual casa mucho con el sentido de Ellas Crean, que nos recuerda la alta capacidad de creación de las mujeres y, a la vez, que el machismo, el sexismo y la misoginia siguen existiendo. A esos dos lados se sitúa mi obra, en la celebración y en la protesta.
P.- ¿Este es un festival femenino, feminista o las dos cosas?
R.- No se trata de verlo desde una óptica naif, como de dos mundos, uno de hombres y otro de mujeres, uno de malos y otro de buenos. No, hay un solo mundo y estamos tan cerca que lo que a los artistas nos urge es recordar que el arte no es un elemento decorativo sino un órgano de resistencia contra el miedo a la diferencia y a la libertad, contra la degradación del gusto de la verdad y de la belleza. Desde el arte se puede contribuir a ir resolviendo de la emancipación y evolución del ser humano.
P.- Entonces, este tipo de festivales también despejan el camino.
R.- Sí, tiene mucho sentido que continúe y trascienda sin que los cambios políticos le afecten. Cumple un papel fundamental porque en este mundo de rivalidades está bien recordar eso, que los artistas somos un órgano de resistencia. No es tanto una cuestión reivindicativa o de resolución de un conflicto como una vía para cambiar las ideologías que nutren este conflicto.
P.- ¿Cuándo dejarán de ser necesarios estos festivales?
R.- Pasarán generaciones. Sobre todo porque ahora corremos el riesgo de que, si no estamos atentos, las nuevas generaciones experimenten una involución, porque no han tenido que luchar por nada. Ellas Crean es una arbórbola, un grito de protesta, de celebración y una señal para estar alerta.