El 25 de marzo regresa Mad Men (AMC) con su quinta temporada. ¿Cuál es tu personaje favorito de la serie? Carlos Reviriego lo tiene claro: Roger Sterling.



Personaje: 'Roger Sterling'

Actor: John Slattery

Serie: Mad Men





"La vida era mucho más fácil cuando me levantaba por la mañana y mataba alemanes", dice Roger Sterling en un momento dado. La contradicción es patente, pues siempre ha presumido de haber luchado contra los japoneses en el Pacífico (hacia los que guarda un resquemor que le impide hacer negocios con ellos), y no contra los nazis. Pero, evidentemente, la vida no es fácil para el hijo del fundador de Sterling Cooper. Los años le pasan por encima, y aunque se conserve excelentemente (como un derivado de Paul Newman), él sigue aferrado a sus gloriosos años de juventud. Junto a Bert Cooper, de la edad de su padre, lleva las riendas de la agencia, pero está mucho más cerca de los empleados (futuros socios de Sterling Cooper Draper Pryce) que de su socio. Mujeriego y alcohólico, ni siquiera dos ataques al corazón han cambiado sus hábitos: el whisky en la mano desde el desayuno, que acompaña con varias cajetillas de Lucky Strike al día. Pero en esta serie, o más bien en los años sesenta, todos fuman y beben como si el mundo fuera a terminarse.



Su largo matrimonio con Mona (interpretada por su mujer en la vida real, Talia Balsam) terminó en divorcio, pero mantiene una relación cortés con ella. Atento y educado, Sterling es un caballero a la antigua usanza, un esnob de Manhattan. Se ha casado en segundas nupcias con Jane, una jovencita de veinte años que fue la secretaria de Don Draper y de quien cree estar, esta vez sí, verdaderamente enamorado, aunque lo suyo es la típica crisis de los cincuenta. Sterling es probablemente el personaje que con mayor sarcasmo canaliza el machismo de la época. Las constantes vejaciones a las que son sometidas las mujeres en esta serie, y que hoy nos parecen tan anacrónicas, forman parte de la intransferible personalidad de Mad Men, de su valor como reflejo retrospectivo de una generación que hasta no hace mucho tiempo llevaba las riendas del mundo. "¿Qué quieren las mujeres?", le pregunta Draper a Roger. "A quién le importa", contesta él. Seductor incorregible y maestro de la empatía, con la réplica perfecta siempre en los labios, la mayor parte de sus chistes son comentarios sobre "el sexo débil". Ya en los primeros capítulos, cuando en Sterling Cooper hacen un "casting" de secretarias espiando a las candidatas a través de un espejo-tabique, como si estuvieran encerradas en una jaula de cristal o como maniquíes detrás de un escaparate, Roger suelta: "¡Qué divertido! Es como ver a unos monos escribiendo a máquina".







Pero sabemos que uno de los factores que hacen a Mad Men tan grande es que ningún personaje está tallado en una sola pieza. La complejidad que va adquiriendo cada uno de ellos, las distintas capas de lectura que sugieren sus decisiones y actitudes convierten la serie en uno de los grandes estudios culturales y retratos sociológicos de su tiempo. A su manera, todos son presos de las convenciones y convicciones de la América de Eisenhower, aunque los tiempos están cambiando. El tono llano, franco y a veces agresivo de Roger, capaz siempre de arrancar un chiste macabro de las situaciones más incómodas o trágicas, se dulcifica frente a Joan Harris (Christina Hendricks), la pelirroja de Mad Men. Ha sido su amante durante largos años. Es el secreto mejor guardado de la empresa. Sólo ellos lo saben. Y ahora que está casado de nuevo, Roger no puede olvidar a Joan, y la tensión sexual entre ambos, que no decae en ninguna temporada, es uno de los grandes hallazgos de la serie.



Pero por más que quieran negarlo (Joan también se ha casado, con un soldado que cumple destino en Vietnam), hay algo entre ellos que va mucho más allá del mero apetito sexual. Rey de los piropos, Sterling siempre sabe qué palabras quieren escuchar las mujeres con las que intima (y con las que no), y en cierto momento la forma más cercana que encuentra para expresarle su amor a Joan es decirle: "You are the best piece of ass I ever had" [Eres el mejor culo del que nunca he disfrutado]. Los cuatro clips de este vídeo, que juntos forman el relato de un reencuentro, pertenecen a los capítulos 9 (The Beatiful Girl) y 10 (Hands and Knees) de la cuarta temporada. Presumiblemente, asistiremos a las consecuencias del reencuentro en la quinta temporada. La cadena AMC emite su esperado primer capítulo (ha habido que esperar más de la cuenta) el 25 de marzo. Ya no queda nada para el regreso a las pantallas de una de las mejores teleficciones de todos los tiempos.



Pormenores:



- John Slattery (Boston, 1962) debutó en la pequeña pantalla en la serie Doce del patíbulo (1988), y desde entonces ha desarrollado una dilatada carrera actoral en televisión, en series como Under Cover (1991), Homefront (1991), Feds (1997), Maggie (1998), Sexo en Nueva York (1998) o Mujeres desesperadas (2004). El papel que más notoriedad le ha dado antes de Mad Men fue el del director de instituto Dennis Martino en la serie Ed (2000).



- También ha desarrollado una prestigiosa carrera en los escenarios de teatro. Debutó en 1993 en la obra de Neil Simon Laughter on the 23rd Floor. Recientemente, ha protagonizado en Broadway un montaje de Rabbit Hole, una obra de David Linsay-Abaire que en 2010 llevó al cine, proagonizada por Nicole Kidman, John Cameron Mitchell. Aún está pendiente de estreno en salas comerciales españolas.



- En la gran pantalla, su presencia no ha sido tan intensa. Debutó en un pequeño papel en City Hall. La sombra de la corrupción (Harold Becker, 1996), y ha formado parte del elenco de Eraser (Chuck Russel, 1996) y Traffic (Steven Soderbergh, 2000), entre otras.



- Debido a su gran afición al surf, en abril de 1998 se casó con la actriz Talia Balsam (que interpreta su exmujer en Mad Men) en la isla Kauai de Hawai. Balsam es hija de los actores Martin Balsam y Joyce Van Patten.



- Ver post: Portentos de la teleficción