El secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle.
La esperada reforma de la Ley de Mecenazgo que prepara el Gobierno copiará el modelo francés y elevará los tipos de deducción, con desgravaciones del 60% para las personas jurídicas y de hasta el 70% para las personas físicas.En un borrador de la Ley de Participación en las Actividades de Interés General y de Mecenazgo al que ha tenido acceso Europa Press, se detalla un salto cuantitativo respecto a la ley 49/2002, que a día de hoy permite a los particulares desgravar hasta un 25% de IRPF de lo aportado a las instituciones artísticas, y del 35% para las empresas.
Se colmarían así las demandas de un sector muy mermado por los recortes, y aunque la ley podría aprobarse antes de 2013, el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, remarcó en declaraciones recientes que habría que discutir cuándo entran en vigor estos incentivos porque la prioridad es el equilibrio presupuestario.
Además, se intentará fomentar las pequeñas donaciones --micromecenazgo--, pues se deducirá el 100% de los primeros 150 euros donados, y también se premiará la fidelización, puesto que habrá un máximo de un 10% adicional de deducción en cinco años (2% por año adicional).
La nueva ley pretende cambiar la mentalidad de una sociedad en la que el mecenazgo no ha sido central, y pretende "difundir la filantropía como conducta ejemplar", así que se creará un Premio al Mecenazgo, una tarjeta de benefactor, se publicitarán las donaciones, se fomentará la creación de asociaciones sectoriales y mecanismos de fidelización de los mecenas, como clubes de amigos y juntas de protectores.
La medida más destacada es la creación del Consejo Estatal del Mecenazgo, un órgano colegiado integrado por las diferentes administraciones, las asociaciones más relevantes y expertos a título privado.
El Consejo aprobará la Estrategia Estatal de Mecenazgo que facilite "la cooperación entre el sector público y el privado", y elaborará una lista de proyectos que podrían recibir hasta un 5% adicional de deducción para fines de interés general, entre otras funciones.
Las líneas generales del borrador de la ley recuerdan que la norma "debería llevar a sus últimas consecuencias el respeto escrupuloso de la voluntad del donante", por lo que se dará autonomía en la gestión económica de los ingresos por mecenazgo a los centros y dependencias de titularidad y gestión estatal sin personalidad jurídica propia.
Se trata de museos, archivos, bibliotecas, centros públicos de creación artística, institutos de investigación, representaciones del Estado en el exterior, etcétera, que a consecuencia de la ley tendrían más facilidades para estimular la autofinanciación.
En Francia, la reforma de la ley de mecenazgo permitió pasar de una recaudación de 150 millones de euros en 2004 a 683 millones en 2011, pero en España los beneficios de la ley para las artes podrían diluirse.
El sector cultural está pendiente de si el Ministerio de Hacienda rebaja los porcentajes --como ha pasado históricamente cada vez que se ha intentado favorecer el mecenazgo-- o si, finalmente, las empresas deciden apostar por fines sociales, ciencia o innovación antes que por cultura.