Nélida Piñon. Foto: Carlos Miralles.

Hoy inaugura en la Residencia de Estudiantes el ciclo 'Narrador en Residencia'

La Residencia de Estudiantes pone en marcha un nuevo programa en su agenda: Narrador en Residencia. Arranca este martes y la encargada de estrenar el ciclo será Nélida Piñon (Río de Janeiro, 1937). La escritora brasileña, ganadora del Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 2005 y recientemente nombrada embajadora iberoamericana de cultura por la SEGIB, llega con varios consejos bajo el brazo para los asistentes a sus talleres y conferencias de estos días. Aunque el primordial para ella, cuando alguien se decide por la escritura como cauce de expresión emocional, es "defender la pasión". Algo que viene haciendo esta nieta de inmigrantes gallegos desde 1961, cuando publicó la novela Guía-mapa de Gabriel Arcanjo. En su voz literaria laten dos culturas que ella ha sabido conciliar y complementar, en un cruce armónico entre Machado de Assís ("aún está por descubrir") y Torrente Ballester. Sin olvidar a Rosalía de Castro.



Pregunta.- Impartirá un taller de escritura creativa en la Residencia de Estudiantes. ¿Qué consejos dará a los asistentes, aquellos que consideran esenciales que toda persona que quiera dedicarse a escribir debe tener en cuenta?

Respuesta.- Los talleres despiertan la audacia de los asistentes y de los que pretenden dictar pautas. Enseña a discutir los secretos de la narrativa y de cómo permitir que el capullo se transforme en crisálida en la búsqueda del verbo creador. Sirve para que se fracture la estructura narrativa, las frases. Y que se ayude a medir la temperatura de la emoción, que no debe faltar. Y que despierte el talento sobre la necesidad de acumular experiencias, conocimientos, curiosidades, lecturas. Sin la práctica del lenguaje se corre el riesgo de un paulatino empobrecimiento. Ah, y defender la pasión...



P.- ¿Durante cuánto tiempo va a permanecer en la Residencia?

R.- Es una estancia corta, de 10 días, pero fructífera. Espero que este proyecto de Narrador en Residencia, que ahora se inicia, concebido por Alicia Gómez Navarro, directora de la Residencia de Estudiantes, por Rafael López de Andújar, director de la Fundación Cultural Hispano Brasileña y por el profesor Antonio Maura, especialista en literatura brasileña, prosiga sin desfallecer.



P.- ¿Qué significa para usted alojarse en esta institución histórica?

R.- Bien conozco el territorio sagrado que estaré pisando cuando me instale en la Residencia. Estaré con todos los que allí estuvieron, buscaré sus sombras con la esperanza de llevar conmigo, allí donde esté, su sabiduría permanente. La elocuente Generación del 27, que todavía hoy tiene el poder de designar a quien está a la altura de su legado creador, habita en nuestra memoria.



P.- Le han nombrado embajadora iberoamericana de cultura. ¿Con qué objetivos pretende desarrollar esa responsabilidad?

R.- Me ha honrado ser nombrada Embajadora Iberoamericana de la Cultura por la Secretaria General Iberoamericana (SEGIB) y por el ayuntamiento de Cádiz en el marco del Bicentenario de la Constitución de Cádiz y de la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno. No esperaba esta distinción. No tengo, por el momento, objetivos concretos, pero sí la intención de servir y cumplir los deberes y tareas que me sean designadas. Estaré en mi puesto. Tengo una vinculación profunda con el universo ibérico.



P.- Muchos hablan de Brasil como de un país ante una oportunidad única. ¿Cree que a su expansión económica le acompañará también una de índole cultural por todo el mundo?

R.- Antes se decía que era el país del futuro. Después que el futuro ya había llegado. Ambas afirmaciones nos sorprendían, como si atacasen nuestra soberanía, nuestra forma de elegir nuestros propios pasos, de determinar cómo seremos a medida que vivamos cada día. Sin duda hemos estado a la altura de nuestras propias aspiraciones, hemos luchado para corresponder a nuestro concepto de grandeza. Pero tenemos que corregir los devaneos peligrosos.



P.- ¿Cómo describiría el momento que atraviesa en la actualidad la literatura brasileña? ¿A qué nombres deberíamos estar más atentos por aquí?

R.- La literatura brasileña se funde con todas las tradiciones, pero mantiene una voz singular. Se empeñó en no dejar espacios narrativos vacíos, tiempos muertos. Pero quien de hecho necesita ser descubierto, aunque haya muerto hace más de 100 años, es el genial y deslumbrante Machado de Assis.



P.- ¿Qué proyectos literarios anda tejiendo en su telar en la actualidad?

R.- Nunca paro, la escritura es continua. Quiere que cuente, que tenga una historia dentro, sin papel y lápiz. Hace poco publiqué el Libro de las Horas (Livro das Horas), como antiguamente se llamaban los libros de rezos, de diálogos que se mantenían con uno mismo con el pretexto de hablar con Dios. Son memorias mías que se funden con las de otras personas. También es la narración de los pensamientos que tienen algo que decir del mundo.



P.- ¿Sus orígenes galaicos le han llevado a bucear con particular interés en la literatura alumbrada por autores de esta tierra? ¿Cuáles destacaría?

R.- Me encamino por la literatura gallega con el propósito de medir su pujanza, su lirismo, cómo valora la realidad del campo y de la ciudad, ambas impregnadas por la imaginación, por su tono poético, por cómo aborda lo natural y lo sobrenatural. Rosalía de Castro y Torrente Ballester todavía son unos autores contemporáneos capaces de inspirar a sus sucesores.



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