El director Daniel Calparsoro durante el rodaje de Combustión. Foto: E. C.

El director estrena este viernes 'Combustión', protagonizada por Álex González, Adriana Ugarte y Alberto Amman

Después de Invasor, su película más compleja, Daniel Calparsoro ha acometido un encargo que define a honra como un divertimento. Podría decirse que su máxima aquí ha sido la siguiente: si el espectador va a gastarse una cantidad que ya no es tontería en la taquilla, al menos que se lo pase bien y que le den ganas de vivir al abandonar la sala. "No puedes amarrarte siempre a la misma película, hay muchas historias que contar". La que narra en Combustión reúne a un grupo de guapos de la tele y del cine (Álex González, Adriana Ugarte, Alberto Amman) en torno a la taquillera mezcla de coches, sexo, amor, vértigo y finales felices. "Lo que he hecho es imaginar una película disfrutable", insiste. Sobre las imágenes y la música revolotea el espíritu de Drive, de Nicolas Winding Refn, aunque el parecido es mayor con Fast & Furious. Con todo, asegura el director que la moraleja de vivir el momento que imprime la película es profundamente española.



Pregunta.- La crítica coincide en que es una película muy americana. ¿Fue esa su intención?

Respuesta.- Es una película con un elemento lúdico fuerte, de amor pasional, el que siente Mikel, que sacrifica todo por la fugacidad de estar con una mujer. He transmitido visualmente esa pasión no sólo con el sexo o con los elementos románticos sino poniendo vértigo, velocidad, desenfreno y frenesí en la historia y las imágenes. Todo ese despliegue visual es la manera de traducir las sensaciones del personaje. Todo el trabajo fotográfico y el de la música de Carlos Jean pueden llevar a referencias anglosajonas, pero esta es una película de personajes españoles, es una historia española, latina, muy lejos del universo anglosajón. Creo que es un dulce, está hecha para que el espectador disfrute con ese colorido.



P.- ¿En qué se relaciona una producción tan de disfrute con sus trabajos anteriores, más oscuros?

R.- El elemento diferencial efectivamente es lo lúdico. Combustión está hecha para pasarlo bien y es algo que no había hecho nunca de una manera tan clara. Todo está al servicio de este fin, de manera que es el reverso de las películas anteriores, con las que sí comparte el hecho de ser thriller, las carreras, las persecuciones... sólo que aquí no se muestran para hacer sufrir sino para todo lo contrario.



P.- ¿Alguien le ha reprochado la frivolidad de hacer un cine sólo de divertimento?

R.- No, y si lo han hecho no les he escuchado. Se pueden hacer muchos tipos de películas, no tienes por qué atarte a la misma historia eternamente.



P.- Amor, velocidad, coches, sexo, carreras ilegales, guapos de la tele... Todos los ingredientes apuntan a la taquilla. Por cierto, que estrena justo el fin de semana después del que fue el peor del año en recaudación.

R.- Sí, y espero que conecte con el público. La campaña de lanzamiento está siendo muy potente y creo que no va a defraudar a nadie que pague para verla. Yo he cumplido con mi trabajo y hay un despliegue importante de medios, entiendo que porque han considerado que lo merecía. Sobre los ingredientes, lo que he hecho es imaginar cómo sería esa película para disfrutar.



P.- En algunos momentos la película comparte cierta estética con Drive, que se convirtió en un clásico instantáneo.

R.- A mí esa película encanta pero no ha sido una referencia clara, porque son universos muy distintos. Drive es ultraviolenta y Combustión, no. La historia de Drive es terrorífica y esta es naif. Pero sí puede haber estado inconscientemente en la estética.



P.- Ha dicho que cuando acaba la película dan ganas de irse de copas... ¿Tenía claro que había que animar al país de los seis millones de parados?

R.- Dan ganas de irse de copas porque es un disfrute y porque el final está relacionado con eso, era lo que queríamos transmitir. Gracias al despliegue visual y a la banda sonora esto se consigue. En este momento en el que tenemos la sensación de que nos han robado el futuro quizás nos conviene pensar en lo que vamos a hacer esta misma noche y disfrutarla. Por eso es también una película muy española, porque nuestra es la capacidad de disfrutar el momento.



P.- ¿Qué opina de cierre de Alta Films? ¿Qué camino debe tomar la producción y la distribución cinematográfica en España vistas las circunstancias?

R.- Es una tragedia por todo lo que han apoyado al cine de autor extranjero e internacional. Pero es una tragedia como tantas otras en este país en el que se cierran empresas todos los días. Mientras haya demanda para el cine de autor seguiremos teniéndolo. Lo que sucederá en el futuro, por ejemplo con las plataformas nuevas, es un misterio pero la crisis de la taquilla en España un problema de España, no del mundo.

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