Eva González-Sancho en el MUSAC

La recientemente nombrada directora del MUSAC de León celebra su primer Día Internacional de los Museos

Directora del MUSAC desde el pasado mes de febrero, Eva González-Sancho (Madrid, 1970) sustituyó a Agustín Pérez Rubio al frente del museo leonés. Con una trayectoria más internacional que sus antecesores (comisaria de exposiciones por toda Europa, fue responsable del Frac Bourgogne el Dijón, entre 2003 y 2011), le gustaría que también el museo traspasase "esas primeras fronteras territoriales". Hoy, con motivo del Día Internacional de los Museos, que se celebra cada año el 18 de mayo, ha decidido abrir por primera vez al público parte del almacén de obras de la colección, unos fondos de 1650 obras realizadas por 340 artistas desde finales de los años 80 hasta hoy. Su objetivo más inmediato: ofrecer una programación de gran calidad y que sea agente activo, de cultura, arte y pensamiento.



Pregunta.- En época de crisis y cuando las Comunidades se están teniendo que ajustar el cinturón más de lo previsto, supongo que la recepción hacia el museo habrá cambiado… ¿Cómo responden hoy hacia el MUSAC los políticos que tanto apoyo le dieron en un primer momento?

Respuesta.- El presupuesto [4.650.000 euros en 2013] es importante y se requieren unos mínimos para poder trabajar, pero lo esencial es disponer de capacidad de acción, agilidad y flexibilidad suficientes para una óptima gestión y desarrollo de un programa ambicioso. Saber aprovechar oportunidades de colaboración, de patrocinio, de visibilidad del museo y su actividad requiere de una gran autonomía de gestión, y ahora más que nunca.



P.- Es un momento difícil para todos y la imaginación es oro en esto tiempos: ¿qué planes tiene en este sentido para el MUSAC?

R.- Yo siempre he trabajado con poco dinero, si se me deja actuar creo ser capaz de mucho. Un museo como el MUSAC es potencialmente una plataforma de trabajo para el desarrollo de múltiples proyectos. Me gustaría hacer hincapié en esa doble misión de museo y centro de arte del MUSAC, consagrando un tercio de los espacios a la presentación de la colección a través de enfoques diversos y, en particular, bajo la mirada de un artista invitado que pueda presentar o producir obra nueva en el seno de una selección de obras de nuestros fondos. Las primeras invitaciones han sido lanzadas a KnutÅsdam y a Lisa Tan. También se podría intervenir más activamente fuera del museo, en la ciudad de León o en la Comunidad. Me interesa potenciar los programas de investigación así como la presentación de tesis o trabajos que no hayan sido publicados: es mucha la materia gris que puede llegar a perderse y que un museo tiene capacidad de hacer visible con formatos relativamente simples. Y, por último, introducir en el programa del MUSAC la palabra poética, la literatura, y en la medida de lo posible -puesto que son mucho más costosas- otras formas de la creación actual como la música contemporánea, la danza y el teatro, poco presentes aquí y que quizá podamos apoyar en un estudiado trabajo en red con otras instituciones.



P.- Para todos los Museos el patrocinio privado es casi la única salida pero claro, no lo tiene igual de fácil el Prado que un centro en León… ¿Para el MUSAC es una opción factible?

R.- Sería, en principio, totalmente factible. No he tenido aún ocasión de trabajar concretamente en ello para un proyecto específico de exposición. Estoy, sin embargo, estudiando la posibilidad de un montaje económico con fondos privados que permitiera apoyar proyectos educativos y de acción cultural.



P.- ¿Cómo atraer al inversor para que ayude al arte contemporáneo en un contexto como el de León?

R.- He entrado en contacto con federaciones de empresarios en León. La idea podría ser proseguir discutiendo con el sector privado del que tengo primero mucho que aprender, familiarizarme más con él, para saber qué tipo de colaboración podríamos asentar. El patrocinio parcial o total del proyecto educativo del MUSAC sería un buen proyecto.



P.- ¿Cuándo veremos su primer proyecto comisariado en el MUSAC?

R.- Están previstos para mediados del 2014. Son dos trabajos de investigación que me están requiriendo tiempo. Por un lado, un proyecto en torno a la aparición de la Comuna de París, es decir, una revolución que incluye evidentemente una revolución intelectual, un replanteamiento conceptual e histórico; por otro, una exposición en torno a prácticas que tratan lo numinoso, experiencias esotéricas, y otras formas de encarar la vida y la comunicación a través de lo incognoscible. Supongo que, como muchos, intento explicarme y entender de alguna forma esa realidad que nos rodea y ante la que se puede reaccionar de múltiples maneras. Estoy convencida que ese es el polifacético papel del museo: hacerte pensar, disfrutar, buscar, pero sobre todo pensar, cuestionar.



P.- Aunar lo local y lo global es la clave en proyectos como el del MUSAC, ¿cómo lograr este equilibrio?

R.- El éxito reside en la escucha de lo local y un delicado y progresivo acercamiento de problemáticas contemporáneas en el seno de un programa a largo plazo. Esa construcción es el verdadero proyecto político. Y un museo es un espacio político en la acepción noble de la palabra: un espacio de pensamiento. Si no es así no es un museo. Yo no veo "el Museo" como un ente caído del cielo en una ciudad, para mi es más bien un centro neurálgico a partir del cual actuar. El MUSAC debe trabajar más en el territorio: la ciudad, la Comunidad. Eso no impide, al contrario, un trabajo importante a nivel internacional. Es más, sin éste último el museo no crece.



P.- ¿Qué debe esperar el público de un museo?

R.- Un espacio de reflexión, de encuentro, de conocimiento, de debate, de escucha...



P.- En cuanto a la colección: ¿hacía donde debe dirigirse ahora? ¿Se han parado las compras?

R.- Son 1650 obras de 340 artistas. Muchas obras adquiridas en poco tiempo. No me importa demasiado que no se compre ahora, eso nos da el tiempo necesario para estudiar el corpus de obra que constituye la colección. Intuyo evidentemente lagunas pero también es importante pararse en el cuestionamiento de las mismas... Si se pudiera comprar ahora insistiría en la necesidad de esa imprescindible construcción de "peana" histórica de los años 60 y 70 para poder leer y entender muchas de las prácticas artísticas de las décadas siguientes (la colección del MUSAC comienza a finales de los 80). Y si no se puede comprar quizá habría que pensar en otras fórmulas para construir en términos de lógica de colección, que no es lo mismo que un fondo de obras.



P.- ¿Por dónde pasa el futuro de un museo como el MUSAC?

R.- El MUSAC tiene un enorme potencial. Para ello es necesario recibir apoyo de las administraciones públicas, de los artistas, de diferentes sectores de la sociedad y de quienes tenemos responsabilidad directa en su gestión y en el despliegue de su capacidad. El futuro del MUSAC será tan rico y pleno como altas sean las miras de los políticos que nos gobiernan y grande sea el empeño de los agentes que desarrollamos el día a día de su gestión.



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