Jimmy Burns.

Presenta esta tarde 'De Riotinto a la roja' en La Central de Callao (19.30) junto a Alfredo Relaño

Siempre le agradeceremos a Casillas, Xavi, Iniesta y compañía que en los años más negros de la crisis, con el país anímicamente hundido, nos permitieron volar, al menos por unas horas. Impagables las alegrías que nos han dado este tiempo, con un triplete consecutivo histórico (Eurocopa-Mundial-Eurocopa) que va a costar igualar a cualquier rival. Pero antes los amantes del fútbol en España tuvieron que atravesar más de un siglo de amarguras y desencantos (a excepción de los triunfos en la Eurocopa del 64 y la medalla de oro en la Olimpiada de Barcelona). Jimmy Burns (Madrid, 1953) recorre el camino completo, el que va de una selección acomplejada a otra con mentalidad ganadora y talento para aburrir, en De Riotinto a la roja. Un viaje por el fútbol español 1887-2012 (Contra Ediciones), su cuarto libro con el balompié como epicentro (tras la biografía de Maradona, la crónica Cuando Beckham llegó a España y Barça: la pasión de un pueblo). Escribiéndolos se saca un poco la espina de no haber cumplido su sueño de infancia: "Ser futbolista profesional".



Pregunta.- Usted intenta reconstruir el camino histórico que ha llevado a la selección a lo más alto tras una travesía por el desierto. ¿Qué marcó a su juicio el punto de inflexión de una mentalidad derrotista a la convicción en nuestras posibilidades?

Respuesta.- Es un proceso largo, de décadas y han influido muchas personas y muchas circunstancias históricas y culturales. Ha habido gente que transformó la Liga, como Johan Cruyff cuando dirigió un Barça de ensueño a principios de los 90. Y los integrantes de la quinta del Buitre. Fueron equipos que practicaron un fútbol gustoso. También fue muy importante la celebración de las olimpiadas en el 92. En esa época se invirtió mucho en deporte. En fútbol particularmente. España está muy por encima del país donde vivo, Inglaterra, en número de profesores de fútbol titulados, en campos de fútbol municipales en buen estado... Y es curioso, porque los ingleses inventaron este deporte.



P.- Eso serían antecedentes. Pero en estos últimos años ¿quién diría que ha sido el nombre clave?

R.- Los entrenadores Luis Aragonés y Vicente del Bosque. Ambos han sido fundamentales, cada uno con su personalidad. Ha sido los directores perfectos de una orquesta formada por un grupo de talentos incomparable, que además se conocían desde muy jóvenes, pues habían jugado juntos en la sub 17, sub 21... Lo importante es que el equipo ahora tiene una identidad específica, basada en el fútbol de toque, y un gran optimismo.



P.- Cómo contrasta con el estado de ánimo de la nación, abatido por la recesión económica y en mitad de un recrudecimiento de las tensiones territoriales, ¿no?

R.- Bueno, en 2008, cuando ganamos la Eurocopa de Austria y Suiza todavía en España no se había manifestado la crisis financiera. Pero es cierto que luego el contraste ha sido brutal. Precisamente por esta razón la selección ha sido y es tan importante. Es un ejemplo de unidad y confianza. En la última Eurocopa, la de 2012, era bonito ver al término de la final a un jugador del Barça flameando una señera, a un jugador del Madrid componiendo verónicas y a otro que juega en la Premier League alzando a su hijo como hacía Beckham.



P.- Afirma que en Madrid, cuando desfilaron como héroes tras ganar el mundial, "el carácter de la nación pareció cobrar forma".

R.- Porque ellos representan lo mejor de España. La superación de las divisiones y a su vez la pluralidad. Son un grupo unido, humilde, vinculado por fuerte compañerismo, creativo y con gran imaginación.



P.- ¿A usted le gusta el apelativo de 'la roja'?

R.- A ciertos sectores de la extrema derecha les molesta. Pero el hecho de que se haya aceptado y extendido esta denominación con naturalidad demuestra madurez política en el país. Es lógico que se le llame así, como la azzurra, la naranja mecánica, le bleu...



P.- Le agradará además especialmente que 'la roja' triunfante tenga también claras tonalidades azulgranas...

R.- Ya sé que muchos no lo entienden pero yo soy un culé que disfruta también viendo al Madrid cuando lo hace bien. Ronaldo no me gusta como persona pero es un gran jugador. Y en la selección hay jugadores del Madrid que son fundamentales.



P.- ¿Es raro que habiendo vivido en el Madrid del 50 no se enganchara al club merengue, por entonces imbatible en Europa?

Ya, pero es que iba y venía a Inglaterra. Aunque la culpa la tuvo Cruyff. Cuando vine a cubrir la caída del franquismo, Cruyff se había convertido casi en un fenómeno político. Su gesto de llamar a su hijo Jordi cuando el uso de los nombres catalanes estaba prohibido fue muy simbólico. Recuerdo un partido contra el Bilbao en el Nou Camp. Cruyff e Iríbar eran los capitanes. El estadio estaba lleno de señeras e inkurriñas, era impresionante. Yo no soy independentista pero esas manifestaciones forman parte de las libertades democráticas.



P.-¿Las semifinales de la última liga de campeones, con sendas derrotas del Madrid y el Barça, marcan un fin de ciclo?

R.- No lo creo. Yo estuve en el Allianz Arena viendo al Barça y es verdad que nos destrozaron. Pero es que llegó con muchos jugadores en baja forma y algunos lesionados. Yo espero que el Barça con Neymar retome el pulso. El Madrid seguro que un nuevo técnico va a remontar también. Y atención a un equipo como la Real Sociedad, que es producto de la crisis: al no haber dinero para fichajes de estrellas hay que invertir más en la cantera. Eso puede tener un efecto muy positivo en nuestro fútbol. Además, la prueba de que el relevo generacional está listo es la buena marcha de las categorías inferiores, como la sub 17 o la sub 21.



Ver otros Buenos Días