En el verano del año 2011, mientras preparaba el rodaje de Sueño y silencio en París, me fui a ver el mismo día, en dos cines vecinos de los Campos Elíseos, las dos películas que se habían alzado ese año con, una, la Palma de oro y, la otra, el Gran premio del jurado en Cannes. Eran, respectivamente, El árbol de la vida de Terence Malick y El chico de la bicicleta de los hermanos Dardenne. Mi impresión de ambas películas era contrapuesta. La película de Malick, brillante en los detalles, muy ambiciosa, era una película fallida. La película de los Dardenne, sin grandes destellos, poco ambiciosa, era una película impecablemente conseguida. ¿Qué es preferible? ¿Intentar algo desbordante aún a riesgo de fracasar? O por el contrario, ¿Hacer muy bien lo que uno ya sabe hacer? Dejo al lector la solución de ese dilema. Por mi parte, simplemente decir que he pensado muy a menudo en El árbol de la vida. Sus imágenes me vuelven recurrentemente. Es una película que me acompaña todavía. De la de los Dardenne, a penas recuerdo nada. El tiempo es el único juez certero de las cosas de los hombres... Feliz verano.




Jaime Rosales (Barcelona, 1970) es el director de películas como 'Las Horas del día', con la que obtuvo el premio FIPRESCI en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes en 2003. Con su segundo largometraje, 'La Soledad' (2007), elegida por los críticos de El Cultural como la mejor película española del año, se llevó el Goya al mejor diretor. En 2008 presentó 'Tiro en la cabeza' en el Festival de Cine de San Sebastián. Su última película, 'Sueño y Silencio' (2012) se estrenó en la Quincena de Realizadores de Cannes.

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