Sucedió en agosto de 1984 y posiblemente fuese la edad dorada de la universidad de verano de Santander. Asistía a un curso sobre Cine y Literatura que era todo un lujo: Susan Sontang, Cabrera Infante, Robbe-Grillet, Fernando Arrabal, Samuel Fuller, Gonzalo Suárez… Grandes nombres de la cultura, incluido un Nobel, aunque mis ojos estaban más pendientes de los pasos de una joven de aire andrógino. En otro de los cursos intervenían Juan Benet, Juan Goytisolo, Jaime Gil de Biedma... No todos, pero una parte de ellos asistieron a la fiesta que Antonio de Senillosa, aquel político atípico y tan querido, ofrecía en su castillo de Cantabria.



Era la fiesta más esperada del verano y allí estaba yo entre los sombreros de las damas, los trajes claros y los cientos de botellas de cava rosado. Al anochecer, las burbujas ya habían hecho su efecto y todos nos movíamos en otra dimensión. Y fue entonces cuando descubrí a Gonzalo Suárez, como una estatua, mirando en la distancia a la joven andrógina. Me acerqué a él y me uní a la contemplación. No sé quien de los dos suspiró: "¡Estela Alas, tiene nombre de actriz!", pero sé que Gonzalo Suárez, con su copa bien sujeta entre las manos, tomó una firma decisión: "Voy a hacer una película para ella". Aquella confesión me dejaba atrás en la carrera por Estela, pero la noche era larga y la fiesta multitudinaria, así que tras incontables y consoladoras copas, me topé, casi me choqué, con Jaime Gil de Biedma, mi poeta más amado. El alcohol es un buen atajo para la amistad, y durante un buen rato estuvimos hablando no se sabe sobre qué. De repente, de aquella torpe conversación recuerdo nítidamente, como un relámpago, el siguiente diálogo: "¿Por qué no vuelves a escribir poesía?" Gil de Biedma, cuyo último libro era de 1968, contestó: "Ya he escrito todo lo que tenía que escribir. ¡La poesía no me interesa!". Y ante mi cara de incredulidad, añadió: "Yo lo quiero ahora es escribir canciones para Marisol".



Años después, Luis Eduardo Aute me enseñó dos textos que le había mandado Gil de Biedma para que les pusiera música. Gonzalo Suárez, en cambio, nunca hizo la película para Estela Alas.




José María Plaza (Burgos, 1964) ha publicado más de 50 libros para niños y jóvenes. Entre ellos, 'No es un crimen enamorarse' y 'Mi primer Quijote', traducido al japonés, coreano y chino. Es autor de 'Los Sin Miedo1 (diez títulos), una de las series españolas de mayor éxito entre los niños, y de 'Las historias de terror del libro rojo'.



Anteriormente han participado