Juan Luis Arsuaga, codirector de las excavaciones de Atapuerca.

Pocos días después de la secuenciación del ADN humano más antiguo hasta la fecha, el codirector de las excavaciones inaugura hoy un ciclo de coloquios en el Museo de la Evolución Humana de Burgos.

El ajetreo habitual de Juan Luis Arsuaga se ha incrementado aún más estos días, tras la secuenciación del ADN más antiguo hasta la fecha -400.000 años-, a partir de un fémur de homo heidelbergensis procedente de las excavaciones de Atapuerca que codirige. El paleontólogo ha tenido que atender a los medios, e incluso ha aparecido en televisión en horario prime time para dar explicaciones del descubrimiento, un hito que proyecta un poco más de luz, y algo de sorpresa, sobre nuestro conocimiento de la historia de nuestra especie. Hoy inaugura, junto con la periodista Ana Pastor, un ciclo de conversaciones en el Museo de la Evolución Humana de Burgos en el que periodistas, científicos e intelectuales hablarán periódicamente sobre ciencia, cultura y actualidad. Antes de eso, Arsuaga nos explica las claves del último hallazgo de la Sima de los Huesos.



Pregunta.- ¿Qué supone el hallazgo del ADN humano más antiguo hasta la fecha?

Respuesta.- Hemos conocido el ADN mitocondrial de un individuo. Lo hemos podido comparar con tres especies humanas muy posteriores: la nuestra, la neandertal y la de Denísova. Hemos dado un paso hacia atrás en el tiempo y uno adelante hacia el conocimiento.



P.- A raíz del estudio, parece que los homínidos de la Sima de los Huesos están, en contra de lo que creían, más cerca genéticamente del homínido de Denísova, originario de Siberia, que del neandertal. ¿Ha sido una sorpresa?

R.- Sí. Hay varias posibilidades para explicar esto: entre ellas, que las líneas genéticas anteriores a los neandertales se mantuvieran a lo largo del tiempo en algunos individuos, o que algunas poblaciones, en el proceso de evolución hacia el neandertal, convivieran a la vez con otras más arcaicas.



P.- ¿El hallazgo tira por tierra alguna teoría sobre la evolución humana?

R.- Matiza cosas, pero es muy difícil que esto cambie radicalmente lo que sabemos. Seguimos pensando que los neandertales aparecen en Europa y que tienen sus raíces en esta franja de 500.000 años de antigüedad.



P.- ¿Cuándo se intuyó que se podía extraer el ADN de un fósil tan antiguo?

R.- Esta investigación parte de las que se han venido desarrollando desde los 90 para recuperar ADN antiguo, pero no habíamos trabajado con fósiles tan antiguos porque el ADN estaba muy degradado. En 2006 publicamos en Nature la primera posibilidad de secuenciar segmentos ultracortos tan antiguos de ADN. Lo hicimos primero, en 2010, con el ADN mitocondrial de un oso de la misma época y, como tuvimos éxito, empezamos a trabajar en serio con el de este fémur humano aplicando el mismo protocolo.



P.- ¿Qué diferencia hay entre analizar el ADN mitocondrial y el ADN nuclear?

R.- El ADN mitocondrial es más asequible que el nuclear porque hay muchas copias y es más corto, tiene 16.000 pares de bases, mientras que el ADN nuclear tiene millones y solo hay un "juego" en cada célula. El problema es que en la Sima de los Huesos el ADN está muy deteriorado, y actualmente no se pueden secuenciar segmentos inferiores a 45 pares de bases.



P.- ¿Entonces es imposible secuenciar el ADN nuclear completo de uno de estos fósiles?

R.- Con el estado actual de la técnica, es más realista decir que podemos conseguir secuencias grandes, pero no completas. Si así fuera, lo sabríamos todo del homo heidelbergensis.



P.- Obviando los problemas éticos que conllevaría, ¿sería posible en ese caso revivir la especie?

R.- No se ha hecho nunca con ninguna especie animal extinta. Tomemos como ejemplo el mamut, que es menos problemático desde el punto de vista ético. Teóricamente, es posible. Pero, aunque tendríamos toda la información genética, el citoplasma, la célula, sería de un elefante moderno, ya que las que no se conservan células vivas de mamut. De modo que lo que obtendríamos sería un elefante que recordaría mucho a un mamut.



P.- ¿El hallazgo de este ADN antiguo es el mayor hito de Atapuerca hasta la fecha?

R.- Yo creo que no, lo importante son los fósiles. El ADN es un salto, hasta ahora hemos podido estudiar el de fósiles de decenas de miles de años, y a partir de ahora podrán ser de cientos de miles de años. Esto es sin duda uno de los grandes hitos de Atapuerca, junto con el descubrimiento del yacimiento, de la Sima del Elefante y de la Gran Dolina, que alberga fósiles humanos de 900.000 años de antigüedad.



P.- Seguimos sin saber qué pasó con los 28 homínidos de la Sima de los Huesos, por qué acabaron ahí.

R.- No lo sabemos aún. Hay todas las teorías que se quieran. La hipótesis más simple es que fueran dejados allí por otros humanos, pero no me imagino en qué contexto o si fue parte de un rito o no.



P.- ¿Cuáles son los próximos retos de Atapuerca?

R.- Muchos. Seguir estudiando los fósiles, su anatomía biomecánica, su desarrollo, su crecimiento, sus enfermedades, las diferencias entre los sexos... y seguir excavando. Hay material de estudio para muchas generaciones de paleontólogos.



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