Imposible seguirle la pista a toda la producción seriófila. Pasan las temporadas, los años, y la sensación imperante en este espectador es que nada realmente deslumbrante ha ocurrido recientemente para transformar el rostro de la teleficción o apuntar hacia nuevos caminos. En el 2013 nos ha dejado James Gandolfini/Tony Soprano y ha terminado Breaking Bad, cerrando así un círculo en torno a los grandes personajes que han redefinido el concepto del héroe/villano contemporáneo. Nos queda el último aliento de Don Draper, otro personaje fracturado. Será un verdadero fin de ciclo. ¿Y después? ¿Qué esperar? En dos posts, presento una lista brevemente comentada de “ilusiones y desilusiones”, es decir, de las series que más y menos he disfrutado a lo largo del año y por qué. La mayoría ya han creado su propio universo después de varios años en antena (las hay que continúan por inercia y las hay que ojalá no terminaran nunca), otras son nuevas incorporaciones a la parrilla de la obligada teleficción (Peaky Blinders y Masters of Sex), y también reservo hueco para una sorprendente serie, Community, que arrancó hace unos años pero que aún no había visto. Afortunadamente en este 2013 me puse al día. Aunque todas las disfruté por algún motivo, aquí van las que más he apreciado. En el próximo post, comentaré las que he considerado de menor interés, bien porque me desencantaron, porque han ido perdiendo objetiva calidad respecto a temporadas anteriores o porque simplemente me plantearon serias dudas sobre su continuidad en mi parrilla de televidente.
Mad Men (6ª temporada)
Breaking Bad (5ª temporada)
Llegó a su final la serie más adictiva de los últimos años y no decepcionó. Vince Gilligan tiró por la calle de en medio a la hora de satisfacer a los “buenos” y “malos” fans de la serie, a los que creían en la misión de Walter y a los que aborrecieron a Heisenberg. Ofrecí un análisis del final en este post. A falta de Breaking Bad, AMC ya prepara el spin-off, centrado en el abogado Saul Goodman. Se emitirá en 2014 y lleva por título Better Call Saul. Estaremos atentos.Community (1-4 temporadas)
Boardwalk Empire (4ª temporada)
Era muy difícil superar la intensidad de la tercera temporada, pero los guionistas han conducido la serie con la inteligencia que les acostumbra. Con la vista más pegada a la intrahistoria de América y a sus grandes convulsiones, la serie ha ampliado sus tramas sin perder la excelencia y el equilibrio en la coralidad del drama. La introducción de J. Edgar Hoover en la trama, la relevancia del blackpower, la sustitución del alcohol por la heroína y la desaparición de algunos de los personajes más admirados mantienen el vigor que caracteriza esta serie.Luther (3ª temporada)
Peaky Blinders
The Big Bang Theory (6ª temporada)
Es imposible dejar de lado a los geeks más entrañables de la televisión. La serie de Chuck Lorre y Bill Prady va camino de convertirse en el nuevo milenio en una sitcom generacional tan relevante como lo fue Seinfeld en los años 90. En la sexta temporada (la séptima ya está en marcha) asistimos a pequeñas muestras de algo insólito hasta ahora en la serie: la introducción de personajes no caricaturescos y la intervención del drama en el corazón de la comedia. Son apenas signos de que The Big Bang Theory aún tiene algunas cartas escondidas.American Horror Story: Asylum