Jaime de Armiñan recibe el Goya de Honor este domingo. Foto: Sergio Enriquez-Nistal
El director, guionista y escritor recibe este domingo el Goya de Honor.
Preguntas.- Enhorabuena por el Goya de Honor. ¿Qué importancia le concede a este premio?
Respuestas.- Me lo pusieron el otro día un rato en las manos en la fiesta de los nominados y después me lo quitaron para ya entregármelo definitivamente el domingo. Los premios tienen una importancia relativa sobre todo dependiendo de quien te lo otorgue y de la cantidad de dinero de la que vaya acompañado. Sin embargo para mí este premio, que no conlleva ningún dinero, es el más valioso porque es el que me dan mis compañeros de verdad. A mi edad no paran de darte premios a toda una vida y yo para hacerles justicia debería haber vivido 14. En mi caso además nunca recibí un Goya porque cuando yo realicé mis películas punteras estos premios no existían. Por ello me siento muy agradecido por este premio que me conceden.
P.- En estos días se habrá visto obligado a reflexionar sobre su trayectoria en entrevistas, para su discurso en la gala... ¿Con el tiempo de que se siente más orgulloso de su trayectoria profesional?
R.- A esta cuestión es imposible responder. La verdad es que no me gusta mirar hacia atrás. Me da repelús. Lo que de verdad me importa es este domingo, así tiene que ser. Y también lo que viví el otro día rodeado de los representantes del cine español. Chicos, chicas, mujeres, hombres, personas ya de mi edad, todos llenos de ilusión y talento. Me sentí muy orgullos. A todos les deseé felicidad, salud y dinero que yo no sé porque todo el mundo le quita importancia, el dinero es muy importante. Salir de la mediocridad lo van a hacer seguro.
P.- Usted estuvo en dos ocasiones muy cerca de llevarse un Oscar por lo que está familiarizado con los sinsabores de los premios cinematográficos.
R.- Lo de los Oscar forma parte de las decepciones inevitables de una carrera tan larga. La primera ocasión, con Mi querida señorita, era evidentemente que, como a Buñuel le habían hecho venir para homenajearle y para que se hicieron la famosa foto con los genios de Hollywood, no nos lo iban a dar. Así que nos dedicamos a hacer turismo. En la segunda ocasión con El nido si que fue una pena porque además ganó una película soviética (Moscú no cree en las lágrimas) que era realmente cochambrosa.
P.- ¿Qué aprendió de esta experiencia?
R.- Pues que hay que estar tranquilo y saber reírse.
P.- En su trayectoria tuvo sus más y sus menos con la censura franquista. ¿Ahora cree que hay algún tipo de censura aunque no exista esa figura del censor con la que usted tenía que lidiar?
R.- Hoy en día hay una censura realmente terrible y esa censura no es otra que el dinero. Hay muchas cosas que no se pueden hacer por este motivo. Hemos pasado un momento complicado pero seguro que remontaremos. Aunque es cierto que hay mucha gente que ya se está quedando sin tiempo.
P.- En la actualidad se habla de un nuevo cine español que se realiza al margen de la industria, casi sin medios y con mucho ingenio, hablo de Gente en sitios de Cavestany o Stockholm de Sorogoyen. ¿Qué le parece esta corriente?
R.-No quiero hablar de esto. Ya a mi edad estoy cansado de estos temas y creo que no tengo ni siquiera derecho a opinar. Con que opina de mí mismo está bien. Lo único que opino es que no hay manera de parar el ascenso del cine, del teatro...
P.- ¿Está trabajando en algo en este momento?
R.- Yo no me puedo retirar. Escribo todos los días porque sino estaría perdido.