La comida es, para muchos, el motor de la vida. Otros no podrían vivir sin escuchar música todos los días. Y para otros, el amor es lo que más les importa en el mundo. Para quienes confíen en que los tres son imprescindibles, tienen un espectáculo que los aúna. Sí. Llleva el título de Antipasti, se representa en el Teatro Nuevo Apolo y Bimba Bosé participa en él. Comida, amor y música maridan a la perfección. Puede incluso ser algo tan sensual como provocativo. Así se configura esta obra de teatro que Bosé protagoniza junto a Julia de Castro. Una historia de fogones, recetas y grandes canciones italianas que recuerdan a los años 50-60 y que las mantendrá cantando y bailando durante una hora y media. Bosé, actriz, cantante, diseñadora, DJ...tan solo le quedan dos espinitas clavadas: ser bailarina y abrir un restaurante. Antipasti puede ser el principio de una nueva etapa en la vida de la polifacética modelo. Pregunta.- ¿Cómo surge la idea de hacer este espectáculo? Respuesta.- La idea nace hace más de tres años. David y yo queríamos mezclar gastronomía y música. Nos parecía que era una mezcla explosiva y sexy. Poder dar de comer era un concepto que podía interesar. Conocimos a Julia de Castro en el Le Swing Jazz, un club privado que ya cerró, y nos pareció una idea muy sexual. Desarrollamos entonces el menú, las canciones y llegamos a crear el concepto de que fuera un concierto con texto, comedia, musical. Hasta que dimos con Félix Sabroso quien le escribió el guión. Poco a poco, a través de unos ensayos, Julia, su chico, David y yo fuimos configurando el material. El proyecto pasó por muchas fases y no se llegó a estrenar hasta que hace poco nos propusieron que quedaban libres las noches golfas del Nuevo Apolo. Fuimos a ver El Intérprete de Asier Etxeandia para ver qué hacía y nos dimos cuenta de que podía encajar. P.- ¿No estuvisteis, finalmente, en el Teatro Alfil? R.- No pudimos estrenar porque al final no teníamos logística suficiente. P.- Está ambientado en la Italia de los años 50-60. R.- De ahí nace el espíritu de la obra, en un principio es lo que queríamos y puede recordarte a esa Italia pero lo que ves, en realidad, es un repertorio sintético. Hay que tener en cuenta de que contamos con una mínima escenografía y no teníamos presupuesto. P.- En cierto modo, la falta de presupuesto hace que la creatividad florezca. R.- Efectivamente, las limitaciones hacen que usemos más la imaginación y terminemos creando mejores cosas. P.- Hay música en directo. ¿Qué canciones contiene el show? Y ¿qué criterios habéis seguido para configurar la track-list? R.- Tenemos tres músicos tocando en directo, sí. Cuenta con un repertorio de 15-16 canciones entre las cuales está Rafaela Carrá y su Explota Explótame Expló, Azzurro, canciones tipicas italianas, etc. Son canciones que están en la memoria de todos y aunque no todos se vayan a reconocer se van a divertir porque la conocemos. Queríamos que hubiera alegría, contraste y ritmo. Es importante que no decaiga la cosa. Es una obra que mezcla la cocina y el amor y las metáforas que esto puede generar son muchas. La idea era hablar de eso, que no dejara a nadie indiferente. Es complicado mantener el ritmo constantemente y hay momentos en los que se romper para dar pie a algo más dramático y tranquilo, más lento pero luego vuelve el ritmo. Queremos que la gente salga con ganas de comer un plato de pasta, que no lo damos nosotros, que es lo que queríamos. Todo eso se habla en el espectáculo que dura una hora y veinte minutos. P.- ¿Podría decirse que es una suerte de musical? R.- No es un musical, no fue posible porque somos solo dos. Queríamos que lo fuera pero no pudo ser. Ojalá que en un futuro se pueda hacer un musical y demos también de comer a los espectadores. Con apoyo, una buena logística y más presupuesto sería posible. P.- Cambiando ahora un poco de tema, ¿tienes algún proyecto entre manos con The Cabriolets? R.- Vamos a hacer un par de conciertos en marzo en Madrid y Málaga. Sentarnos a componer es más difícil ahora porque cada uno tiene sus preferencias y es complicado. No tenemos tiempo, necesitaríamos programas que hicieran las cosas rápido o hacerlo a distancia. Queremos hacer algo, no hace falta sacar un disco completo porque eso conlleva un presupuesto y tiempo, pero un single por ejemplo e ir sacando canciones poco a poco. A ver. P.- Cantas, actúas, desfilas, diseñas, haces de DJ... ¿te queda algo pendiente por hacer? R.- Mi frustración de siempre es no haber sido bailarina, desde pequeña lo quería, o abrir un restaurante. Un restaurante de comida de mercado con recetas inglesas, comida de casa, un menú de fusión. O un pub inglés pero de los de verdad, con la atmósfera británica, auténtico. Loquillo habla de ese sitio que está en el barrio de Salamanca que es un sitio de reunión. Eso es lo que me gustaría, un pub o un bar al que vayas con la idea de sentarte con tus amigos para tomarte una pinta o un café. Porque no se exporta tanto la idea de pub inglés como el irlandés o americano, no hay ese espíritu.
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