Claudio López Lamadrid (Barcelona, 1960), responsable de Mondadori y editor de Gabriel García Márquez desde hace casi veinte años, estaba descansando en Comillas (Santander) cuando recibió la noticia esperada y terrible: “Ha muerto”. Al otro lado del teléfono, desde México y junto a la familia del Nobel, Carmen Balcells, amiga-agente-confidente del escritor, estaba desolada. Luego habló con Rodrigo, el hijo cineasta de Gabo. Y comenzó a preparar el viaje, que emprende la mañana del domingo, para acompañar a Mercedes, la viuda; a los hijos y asistir el lunes al funeral. ”Ojalá no sea de Estado, a él que era tan tímido no le hubiera gustado, pero ya se sabe cómo son en México. Su muerte lo ha desbordado todo”.
Pregunta.- La primera pregunta es obligada: ¿deja algún inédito?
Respuesta.- Sí, hay una novela casi concluida que no quiso editar en vida. No sé que pasará con eso, lo decidirán Mercedes, sus hijos y Carmen Balcells. La verdad es que es perfectamente publicable, pero entendería que no viese la luz, si esas fueron las últimas voluntades de García Márquez.
P.- ¿Cuándo lo vio por última vez?
R.- A finales del pasado mes de noviembre, poco antes de que comenzara la Feria del Libro de Guadalajara, todos los años, por esas fechas íbamos a verle. Lo encontré bien, muy tranquilo. Estuvimos revisando la nueva Biblioteca García Márquez que íbamos a lanzar en mayo. Vio las pruebas, el diseño, y cambió el color de la portada de uno de los títulos.
Claudio López (Barcelona, 1960) recuerda ahora al autor de Cien años de soledad como un hombre “muy emotivo, muy generoso, atentísimo. ¿Recuerda cuando salió a saludar a los periodistas que fueron a felicitarle por su cumpleaños? Él era así, amabilísimo. Siempre te acompañaba hasta la puerta, para despedirte, y se quedaba sonriendo hasta que te veía desaparecer”. Era, insiste, un ser “muy delicado, muy tímido y humilde. Tan tímido que cuando estaba en una reunión con mucha gente siempre se iba a un rincón con alguien cercano, amigo” .
P.- ¿Qué pensaría hoy ante el despliegue de testimonios, artículos y lamentos tras su muerte?
R.- Estaría asombrado y divertido. Es impresionante, la verdad. Lo hablaba hace una hora con Carmen [Balcells]: siempre supimos que era el escritor más universal en castellano pero ahora hemos descubierto su dimensión universal. Carmen está allí recibiendo mensajes de autores nigerianos, franceses, canadienses, de todo el mundo, que van a asistir al funeral, junto a jefes de Estado y amigos.
P.- García Márquez comenzó a publicar en Mondadori en 1996. ¿Qué supuso para un editor tan joven publicarle?
R.- Fue y es un doble privilegio, por editarle y por la relación de amistad con ambos, con él y con Carmen Balcells, que comenzó con la publicación de Noticia de un secuestro. Para mí son inseparables. García Márquez siempre me lo puso muy fácil, aunque era muy perfeccionista, muy profesional, y se ocupaba de todo, no sólo del cuidado de la edición sino de las ilustraciones, incluso de los textos publicitarios. Para que se haga una idea: íbamos a publicar Vivir para contarla; yo leí una tercera versión y al final la que vio la luz fue la quinta. A pesar de la expectación que suscitaba el anuncio de que estaba terminando un libro, él no se dejaba arrastrar jamás y no publicaba nada que no supiera definitivamente acabado y revisado. Era inmune a las prisas y los nervios.
P.- ¿Cómo explica que siendo un autor de culto fuese, al tiempo, un escritor de ventas masivas?
R.- Tiene razón, no lo había pensado... Creo que es porque conectó con un tipo de fantasía con el que muchos lectores se identificaban, pero lo cierto es que algunos de sus títulos más vendidos no eran sencillos precisamente de leer...
P.- Si algo caracteriza a Mondadori es estar publicando lo mejor de la joven narrativa hispanoamericana. ¿Cree que ellos se consideran hijos o nietos de García Márquez?
R.- Creo que no, que su influencia ha ido menguando, y que abundan más quienes niegan toda relación, más autores jóvenes que escriben “contra”. ¿Por qué? Quizá porque es un autor que se agota en sí mismo. Es muy difícil seguirlo porque el suyo es un mundo cerrando en sí mismo.
P.- Antes mencionaba la nueva Biblioteca García Márquez. ¿La muerte del Nobel va a adelantar su lanzamiento?
R.- Desde luego. Salía el 8 de mayo y como ya tenemos ejemplares lo adelantaremos al Día del Libro, al 23 de abril. El problema es que no vamos a poder distribuirla en todos los puntos que ya nos la están reclamando, pero la impresión tiene unos plazos que no podemos suprimir aunque sabemos que lo que lancemos se va a agotar en dos días. En fin, al menos celebraremos San Jordi con los lectores y con él.