Manuel Gutiérrez Aragón. Ilustración: Luis Parejo
Todos estamos invitados, su última película, y la novela Gloria mía, son solo dos ejemplos del inmenso y polifacético mundo creativo de Manuel Gutiérrez Aragón (Torrelavega, 1941). Por no hablar del canon...
Suelo leer dos o tres libros simultáneamente. Le diré uno: El desnudo femenino, de Lynda Nead.
¿Algún libro lo abandonó por imposible?
Últimamente algún nórdico. Me dejaba frío.
¿Con qué escritor o director de cine le gustaría tomarse un café mañana?
¡Pero si no hago más que tomar café con ellos!
Cuéntenos la experiencia cultural que le cambió su manera de ver la vida.
La lectura temprana de El Quijote. Don Alonso me pareció un ser libre, envuelto en una locura literaria, provocada. Hacía lo que quería, lo que era un verdadero desafío en mi niñez provinciana.
¿Cuántas veces va al teatro al año?
Voy muy a menudo, ya ve. Voy sobre todo por el trabajo de los actores. En el teatro se les ve sin red, a todo riesgo, sin la protección que ofrece el montaje de cine.
¿Entiende, le emociona, el arte contemporáneo?
Me gustaría contestarle que sí, pero no estoy seguro. En cualquier caso, la emoción conviene llevarla de casa, por si acaso surge el motivo.
¿Cuál ha sido la última exposición que ha visitado? Ejerza por favor de crítico, en un par de líneas.
Le hablo de dos que aún se solapan en mi retina. La del Futurismo italiano en el Guggenheim de Nueva York. La vanguardia que se estrella contra sí misma. Y la de El Greco: Arte y Oficio. Se puede apreciar el esfuerzo continuado que hay detrás de todo arte, del genio. Me gustaría felicitar a sus organizadores, es un buen ejemplo de financiación y de optimización de resultados.
¿De qué artista le gustaría tener una obra en casa?
De Antonio López.
¿Qué música está escuchando? ¿Es de ipod o de vinilo?
Soy de la radio pura y dura. Generalmente Radio Clásica.
¿Le importa la crítica? ¿Le sirve para algo?
Me importa. Pero llega tarde, cuando la cosa no tiene remedio.
¿Algún consejo a los que recelan del cine español?
Que vean una de Berlanga.
¿Cuál es la película que más veces ha visto?
Estoy castigado a ver las propias varias veces.
¿Se atreve a enumerar los males del cine español? Bueno, también sus virtudes...
Me falta espacio. Le diré algo: es irremediablemente el nuestro. Si desapareciera habría que empezar de nuevo al día siguiente, y sería más costoso.
Loreak, El negociador...Parece que su "invitación" a abordar el terrorismo etarra ha surtido efecto.
El momento de hacer películas sobre el terrorismo etarra ya ha llegado, sencillamente porque el terror está remitiendo. La creación suele requerir una cierta distancia. El cine de denuncia es otra cosa, una urgencia. Todos estamos invitados se hizo como una contribución a esa urgencia.
¿Qué libro debe leer urgentemente el presidente del Gobierno?
El manual del inglés urgente.
¿Le gusta España? Dénos sus razones.
Me gusta. Mucho más de lo que alguna vez pude imaginar. También me disgusta el que siempre parezca querer empezar de nuevo. No hay razones concretas, solo sentimientos encontrados.
Regálenos una idea para mejorar la situación cultural de nuestro país.
Solo una, aunque no la más importante: la enseñanza del lenguaje audiovisual en escuelas e institutos.
¿La mejor Marca España?
El cine inventó la Marca España mucho antes que los políticos la convirtieran en una cursilada.
¿Es usted de los que quiere que se retire la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual? Explíquenos por qué.
Es poco técnica. No digo retirarla, pero sí perfeccionarla. El Gobierno cometió un error al quitar el pago del canon por copia privada sin atender a lo que se hace en los países de nuestro entorno, procedimientos afianzados ya en el consumidor. ¿Alguien ha visto que se hayan bajado los precios del DVD o de algún instrumento reproductor por quitar el canon? No, claro. En cambio, aquí el Estado se hace cargo del canon sin más ni más.