José María Velázquez-Gaztelu

El programa Nuestro Flamenco de Radio Clásica cumple 30 años con una entrega especial protagonizada por José Mercé, Carmen Linares y Pepe Habichuela

El conocimiento profundo de flamenco requiere una dedicación apasionada. Para entender a fondo sus raíces y llegarle al tuétano a este arte no valen las medias tintas. José María Velázquez-Gaztelu le ha brindado una entrega absoluta a lo largo de toda su vida. Y eso se nota. Basta escuchar sus reflexiones, sus entrevistas, sus análisis, sus afinados apuntes... Destilados desde su programa Nuestro Flamenco de Radio Clásica, una escala ineludible para los amantes del flamenco. Ahora cumple 30 años en las ondas. En ese tiempo todas las figuras del género han comparecido en su estudio de grabación. Esta noche (a las 24.00 h) lo celebrará con una entrega especial, para la que se ha rodeado nada menos que de los guitarristas Gerardo Núñez y Pepe Habichuela, y los cantaores José Mercé y Carmen Linares. También ha anunciado alguna que otra sorpresa que no es cuestión de desvelar. Toca encender la radio...



Pregunta.- ¿Qué evolución aprecia en el flamenco en estos 30 años? ¿Cuáles han sido los cambios más sustanciales en el terreno estilístico y puramente musical?

Respuesta.- El flamenco es un arte en continuo proceso evolutivo. Digamos que es una antigua tradición que va cambiando, recibiendo diferentes influencias y sometida a las aportaciones de cada compositor e intérprete en su necesidad de encontrar nuevos espacios expresivos. El flamenco tiene unas sólidas raíces estructurales, y a partir de ahí el artista crea su propio lenguaje. Nuestro Flamenco, mi programa de Radio Clásica, Radio Nacional de España, ha sido testigo a lo largo de estos últimos treinta años de dicho proceso, que se ha visto reflejado, por ejemplo, en una mayor perfección técnica en la guitarra, en el protagonismo del baile en los grandes espectáculos, con una dimensión distinta en los aspectos escenográficos y coreográficos y claros guiños a la danza contemporánea, y la aparición, como efecto pendular en los gustos y las modas, de una tendencia en el cante a valorar ciertas estéticas distintas a las que tenían vigencia hasta ahora.



P.- Decía el guitarrista Luis Maravilla en uno de sus programas que, en el nuevo flamenco, ahora todo se concentraba en los toques de ruido (tango, bulería, rumba...). ¿Hasta qué punto comparte ese diagnóstico?

R.- A Luis Maravilla podemos considerarlo un guitarrista clásico con criterios que corresponden a una época determinada. La invasión de los elementos percusivos en el flamenco era algo que el maestro sevillano no concebía y los consideraba deformaciones que no contribuían a mantener la calidad artística de un instrumento como la guitarra, de cuya historia él forma parte.



P.- Cuando escucha el término fusión, ¿se pone en guardia? ¿O no es para tanto?

R.- A Paco de Lucía no le gustaba nada el término fusión. El caso es que la guitarra flamenca, un instrumento de gran proyección internacional y de enorme prestigio en los escenarios del mundo, ha tenido encuentros esporádicos con otras músicas y algo de esas músicas se ha quedado en la guitarra flamenca, instalándose de forma natural en sus estructuras, tanto rítmicas como melódicas. Pero la guitarra flamenca tiene una identidad muy clara y una poderosa personalidad, que si las pierde deja de ser flamenca para pasar a pertenecer a otros géneros.



P.- ¿Cómo se moderniza el flamenco sin faltarle a sus esencias?

R.- El flamenco siempre se está modernizando, es un arte vivo que camina continuamente. Los compositores e intérpretes saben muy bien que si dejan de sonar flamenco desaparece un patrimonio que es precisamente el que se valora con más interés más allá de nuestras fronteras.



P.- En este tiempo el flamenco también ha ido elevando su consideración social y cultural. Ya es hasta patrimonio inmaterial de la humanidad según la Unesco... ¿Cree, no obstante, que falta todavía una apuesta institucional seria y de largo recorrido por este arte?

R.- El flamenco es un arte más reconocido fuera que dentro de nuestro país. El hecho de que los artistas estén viajando continuamente así lo demuestra. Existe una sensibilidad especial para el flamenco, valoran su autenticidad, su riqueza musical y dancística, su capacidad de transmisión. Naciones como Francia, Estados Unidos, Japón y Alemania, por ejemplo, son líderes en cuanto a la consideración y admiración hacia el flamenco.



P.- En estos 30 años las bajas sufridas por el flamenco son numerosas... ¿Qué muertes le han dejado más huérfano?

R.- Por desgracia, el flamenco ha sufrido en estos últimos tiempos la desaparición de cantaores, bailaores o guitarristas, aún jóvenes, que han sido determinantes en su desarrollo y que ya forman parte de su historia. Muchos de ellos pasaron por el programa para presentar sus proyectos, sus espectáculos y sus discos. ¿Cómo olvidar las conversaciones que tuve con Paco de Lucía, Enrique Morente, Antonio Gades, Mario Maya, Enrique de Melchor, Miguel Vargas, El Torta, Fernando Terremoto, Moraíto, Chaquetón y tantos otros?



P.- Algún momento imborrable en estos 30 años... Imagino que serán muchos pero destaque alguno que le haya tocado muy hondo.

R.- Uno de los momentos que recuerdo fue cuando Estrella Morente llegó al programa para presentar su obra Autorretrato y le dije que en esa misma silla donde estaba sentada lo hizo su padre en múltiples ocasiones para hablar de los discos que iba publicando. Ella me respondió con entereza y emoción contenida, refiriéndose a lo unida que estaba con su padre y de la ayuda que continuamente recibía de Enrique en la elaboración de sus cantes.



P.- Repasando sus programas da la impresión de que todo artista flamenco con algo que decir ha comparecido en su estudio de grabación. Pero ¿ha habido alguien que se le haya escapado?

R.- Gracias a los artistas flamencos, a su disposición, siempre abierta y afectuosa, puedo hacer mi programa . Sin su música, sin su presencia cálida y sincera en las entrevistas, hablándome desde el corazón, participando en esta ceremonia común que ya dura treinta años, difícil hubiera sido llevar a cabo un proyecto de esta naturaleza, con unas características muy específicas.



P.- ¿Cómo describiría la relevancia del flamenco en la historia cultural de España?

R.- El flamenco es la música española por antonomasia. Desde Albéniz a Roberto Gerhard, pasando por Falla, Granados o Turina, todos ellos han tenido al flamenco como referencia cierta. Y, por supuesto, nombrar la palabra flamenco fuera de nuestro país, es lo mismo que decir música española, ya que el flamenco lo identifica plenamente.