Leandro Pérez
Recurrir a twitter es tan literario como reventar una cerradura
13 noviembre, 2014 01:00Leandro Pérez. Foto: Gonzalo Arroyo
El escritor va ya por la segunda edición de su primera novela, Las cuatro torres.
Pregunta.- ¿Cómo afronta el éxito que está teniendo el libro, ya con la segunda edición en las librerías?
Respuesta.- No quiero pensar en mi novela en esos términos. Para mí el éxito ha consistido en acabar mi novela, en ponerle el punto final, y lo digo sin doble sentido. Todo lo que venga después bienvenido sea: las buenas críticas, la repercusión en los medios o que a los lectores les haya gustado... Pero mi reto era terminarla.
P.- ¿Cómo fue el proceso de escritura?
R.- Pues largo y entretenido. Desde que empecé el primer capítulo, pensando como otras veces que igual no iba a ser capaz de llegar al final, tardé dos años redondos en escribirla. Para ello fue fundamental incluir a Juan Torca y provocar que mirara hacia el Estadio Santiago Bernabéu y que estuviera en la Gran Vía, lo que hizo que se desatascaran problemas creativos. Durante estos dos años no dejé de trabajar en mis labores profesionales pero sacaba tiempo de debajo de las piedras para poder escribir y la verdad es que fue muy divertido, me lo pasé muy bien.
P.- ¿De dónde surge el personaje de Juan Torca?
R.- Juan Torca me acompaña desde los inicios de mi vida literaria. Ya en el 95 o el 96 estaba urdiendo una novela en la que el protagonista era él, pero era un Juan Torca distinto al de esta novela. Con el paso del tiempo ha ido evolucionando en mi imaginación pero es un personaje que parte de mí. Por poner un ejemplo es burgalés como yo pero se diferencia de mí en muchas otras cosas: es soldado (yo no he hecho ni la mili), es mercenario, sabe manejar bien las armas... Es un personaje grisáceo, con un pasado bastante oscuro y que da que pensar bastante para poder narrar este presente que vivimos.
P.- La trama se configura en torno al Real Madrid de Mourinho. Hay muy pocas novelas que se centren en el mundo del fútbol, se me ocurren igual La pena máxima de Rocangliolo o Aquellos edad inolvidable de Ramiro Pinilla. ¿Cómo se explica que siendo tan relevante en nuestra sociedad apenas tenga recorrido literario?
R.- Me cuesta explicarlo porque hay muchos escritores interesados por el fútbol, que son forofos o aficionados, y normalmente uno escribe de lo que le gusta. O de lo que le disgusta de lo que le gusta. Por eso me parece algo extraño. Creo que fue el maestro Vázquez Montalbán el primero, como con tantas otras cosas, que escribió una novela futbolera El delantero centro murió al atardecer, aunque hablo de memoria. Pero el fútbol cada vez invade más terrenos y más territorios y no me extrañaría que se publicaran más novelas futboleras.
P.- ¿Le daba miedo que la temática pudiera ahuyentar a ciertos lectores?
R.- No escribí el libro pensando en los lectores, aunque espero que lo disfruten. Me gusta el fútbol como a muchísima otra gente. Sin embargo, seguro que hay algún lector que piensa que una novela futbolera pueda ser aburrida... Pero debo precisar que hay lectores que me han dicho que, aunque la novela se venda así, no es tan futbolera... El fútbol es un pretexto o un contexto para que Juan Torca inicie su caso.
P.-.- Usted, que procede del periodismo cultural, ¿tuvo que investigar mucho para hacerse una idea de como es el mundo del fútbol en su complejidad, desde los medios de comunicación a los despachos?
R.- Más que investigar he hecho una labor de rastreo como forofo o aficionado. No quería que fuera una investigación periodística con exclusivas ni nada de eso. Quería escribir una novela literaria y, por tanto, ver el mundo del fútbol desde una perspectiva literaria. Me he documentado, he visto muchos partidos, he cogido mucho material que incluso no he usado pero no como un investigador.
P.- El libro se llama Las cuatro torres, en referencia a la nueva zona financiera de Madrid. Esa fue una gran operación de Florentino Perez... ¿Cuánto poder ostenta un presidente de un club como el Real Madrid?
R.- No sabría decir cuánto poder pero sí mucha influencia. En la novela se cita a Ramón Mendoza que decía que era más importante ser presidente del Madrid que ministro. Treinta años después de aquellas palabras la situación es más o menos igual. Aunque, si lo piensas bien, quizá sea más interesante o más agradecido ser presidente del Real Madrid que del gobierno.
P.- ¿Está ideando ya nuevas tramas para Juan Torca?
R.- Ahora mismo estoy en una localización para la segunda novela [La conversación se realiza por teléfono]. Por tanto, ya estoy urdiendo la continuación que no va a tener nada que ver con la primera, va a ser un caso distinto. No será futbolera aunque quizás haya algún guiño pero seguirá siendo negra y madrileña, que no madridista. Mi intención es escribir siete novelas de Juan Torca.
P.- Juan Torca recurre a Facebook y Twitter en su investigación. ¿La literatura negra se ha adaptado ya a la realidad de los redes sociales?
R.- Hoy en día, si quieres averiguar cómo es una persona, el método más sencillo es googlearlo y luego echar un ojo a su perfil de twitter y a su cuenta de facebook. Es un punto de partida natural. Para conocer a una persona te puedes ir a linkedin o contratar a un investigador.
P.- Pero, ¿no es un recurso poco literario?
R.- Yo creo que es tan literario como reventar una cerradura.
P.- ¿Cree que hay un boom de la novela negra en la actualidad?
R.- No lo tengo claro porque no soy crítico ni tampoco soy un autor que se pase el día leyendo novelas negras. Leo literatura de todo tipo. Lo que sí veo es que hay mucha novela negra en las librerías y me parece genial porque, volviendo al maestro Vazquez Montalban, la novela negra sirve muy bien para contar nuestro tiempo.
P.- ¿Echa de menos a Mourinho, aunque sea como inspiración?
R.- Solo echo de menos a Mourinho por el juego que daba en los medios. Pero futbolísticamente y como hincha prefiero el momento actual. Soy merengue y creo que en la época de Mourinho había una tensión que no era ideal.
P.- ¿Se ha acostumbrado ya a estar del otro lado de la grabadora?
R.- Se me hace extraño hablar con un periodista y ser el que responde en vez del que hace la pregunta. Pero igual que digo que me he entretenido mucho escribiendo, me lo estoy pasando muy bien también hablando de mi libro. Es como hablar de un hijo y estoy muy contento con el resultado.