Ferran Adrià. Ilustración: Luis Parejo

Auditando el proceso creativo es la exposición que la Fundación Telefónica y Ferran Adrià (Barcelona, 1962) muestran en Madrid para contarnos los secretos de un genio de la gastronomía. De elBulli al cielo. Y viceversa.

¿Qué libro tiene entre manos?

En estos momentos estoy revisando La fisiología del gusto, de Jean-Anthelme Brillat-Savarin, un pionero del estudio de la gastronomía que escribió este libro a principios del siglo XIX.



¿Y cuál abandonó por imposible?

La respuesta es fácil: ninguno.



¿Y algún plato como comensal?

La verdad es que cuando, en un viaje que hice al Amazonas, me sirvieron un roedor cocinado, me costó lo suyo.



¿Con qué cocinero le gustaría tomarse un café mañana?

Con Albert Adrià.



¿Cuántas veces va al teatro al año?

Entre seis y ocho.



Cuéntenos la experiencia cultural que le cambió su manera de ver la vida.

Sin duda alguna la relación que tuve el privilegio de vivir con el pintor británico Richard Hamilton, considerado pionero del pop-art. Se da la circunstancia de que Richard fue el único cliente que visitó cada año elBulli desde principios de los años sesenta hasta el año 2011. Por desgracia ya no está entre nosotros.



¿Entiende, le emociona, el arte contemporáneo?

Disfruto del arte contemporáneo y me emociona. Entenderlo, sólo se pueden entender las cosas que se estudian.



¿Cuál ha sido la última exposición que ha visitado? Ejerza por favor de crítico, en dos o tres líneas.

Justamente una de Richard Hamilton. Tuve la suerte de disfrutarla enormemente ya que mi cercanía con él me permitió entender muchas cosas que de otro modo no hubiera podido ver. Repito, para entender un lenguaje complejo es importante conocerlo de cerca, estudiarlo.



¿De qué artista le gustaría tener una obra en su casa?

De Picasso.



¿Qué música está escuchando? ¿Es de ipod o de vinilo?

Estoy escuchando el último disco de Joan Manuel Serrat, y lo escucho en mi equipo de música, en casa.



¿Le importa la crítica? ¿Le sirve para algo?

Cuando uno es autocrítico, entiende que la crítica siempre es importante. A la crítica hay que escucharla siempre.



¿Es usted de los que recela del cine español?

En absoluto. Este debate es como el de cocina popular versus cocina de vanguardia: a mí la cocina que me gusta es la buena cocina. Con el cine pasa lo mismo, me gusta el cine bueno, y en España hay mucho.



¿Cuál es la película que ha visto más veces?

Pulp Fiction, de Quentin Tarantino.



¿Le gusta España? Denos sus razones.

Claro que me gusta. España es un lugar especial.



¿Razones?

Hay muchas, empezando por la gran diversidad y riqueza de culturas. Y si hablamos de gastronomía, hay pocos países con su riqueza de tradiciones, productos, buenos cocineros de todas las tendencias...



Regálenos una idea para mejorar la situación cultural.

Una buena ley que permita que la sociedad civil colabore con la cultura, siguiendo el modelo anglosajón.



¿A qué personaje de la vida pública no soporta?

A las personas que no soporto no les hago ningún caso, no me importan.



¿La mejor Marca España?

Lo importante son las personas, son las que hacen las marcas. No hay que obsesionarse con las marcas.



¿Se siente culpable del éxito de programas como Máster Chef? ¿Los ve? ¿Qué le parecen?

Personalmente no, pero creo que la generación de cocineros que ha puesto a España en la cocina de vanguardia sí tiene algo que ver.



¿Qué menú le prepararía al Presidente del Gobierno?

Yo nunca cociné fuera de elBulli, ahora todavía menos, por lo que tendría que volver a abrir el restaurante para que viniera, jajaja.



¿Carne o pescado para Mas? ¿Por qué?

Pescado, por algo somos mediterráneos.



¿Qué le pediría de todo corazón a Valentín Fuster?

Que siguiera trabajando con la excelencia con que lo ha hecho hasta ahora. Sin duda es uno de los innovadores más importantes que tenemos.