Miguel del Arco
"Me deprime nuestra secular capacidad para despreciar la cultura"
23 enero, 2015 01:00Miguel del Arco. Ilustración: Luis Parejo
Su reciente asociación con Andrés Lima y Alfredo Sanzol ha dado como fruto el Teatro de la Ciudad. Además, Miguel del Arco (Madrid, 1965), VII Premio Valle-Inclán, prepara ya su debut en el cine con Las Furias.
La muerte del padre, de Karl Ove Knausgård. Había leído antes la segunda parte, Un hombre enamorado. Soy así de desordenado en mis lecturas...
¿Algún libro lo abandonó por imposible?
He hecho varios intentos de entrar en el club de “los que han leído el Ulises” pero no doy el perfil.
¿Se ha salido de alguna obra de teatro o de algún cine?
Sí. No haré leña del árbol caído.
¿Con qué personaje de la cultura le gustaría tomarse un café mañana?
Si pudiera viajar en el tiempo, con Montaigne; de hecho me instalaría en su torre.
Cuéntenos la experiencia cultural que le cambió su manera de ver la vida.
Creo que ver Eduardo II de Inglaterra que dirigió Lluís Pasqual en el CDN. Fue donde vi con claridad diáfana que quería dedicarme profesionalmente al teatro. Espero tener una epifanía parecida cuando vea en el Lliure su Rey Lear protagonizado por Nuria Espert.
¿Entiende, le emociona, el arte contemporáneo?
Hablar en general del arte contemporáneo es como hablar en general del teatro. Me emocionan unas cosas, otras solo con esfuerzo, otras me dejan indiferente y otras me aburren soberanamente.
¿De qué artista le gustaría tener una obra en su casa?
De Louise Bourgeois, Chiharu Shiota, Barceló...
¿Qué música está escuchando? ¿Es de iPod o de vinilo?
Mientras contesto este cuestionario el Cuarteto para Cuerda N° 5 de Beethoven. Y soy de iPod.
¿Le importa la crítica? ¿Le sirve para algo?
Trabajo duramente para ser invulnerable a las críticas pero no lo consigo. Ahora es tan fácil opinar en las redes que uno debe hacer lo posible para preservarse y prestar oído solo a aquello que le ayude a avanzar, a mejorar. ¿Qué tiene usted de misántropo? ¿Se ha sentido cerca del personaje protagonista de la obra de Molière? Me siento cerca del Alcestes del principio de la función, cuando aún piensa y defiende que podemos cambiar.
¿Es usted de los que recela del cine español?
Recelar del cine español es tan estúpido como no recelar de nada por el hecho de que sea de tu país. A mí me gusta el cine, el buen cine. Sea de donde sea.
¿Le gusta España? Denos sus razones.
Me gusta nuestro sentido de la familia y de la amistad, la pluralidad de culturas y de paisajes. Y me deprime nuestra secular capacidad para despreciar la cultura.
Regálenos una idea para mejorar la situación cultural.
Mejorar la educación. Creo que es el principio de todo. Es especialmente dolorosa la incapacidad de nuestros políticos a lo largo de estos casi cuarenta años de democracia para llegar a un consenso en este tema. Demuestra una irresponsable falta de visión de Estado.
¿A qué personaje de la vida pública no soporta?
Me son especialmente insufribles los ministros Montoro y Wert.
¿La mejor Marca España?
Hoy por hoy parece la corrupción. Es sobre lo que más me preguntaron el año pasado.
¿Qué ve en la sociedad actual parecido a la de De ratones y hombres?
Steinbeck escribió De ratones y hombres en el marco de la gran crisis del 29, donde la especulación con el dinero de los poderosos destrozó la economía de los más débiles y donde los estados hicieron lo posible para salvar a las grandes corporaciones a base de exprimir a los pequeños trabajadores. Donde reinaba el paro, el trabajo en precario, la pobreza y el miedo. No es ya que el ser humano tropiece dos veces con la misma piedra es que es capaz de golpearse con ella compulsivamente.
¿Cómo cortaría la hemorragia del IVA cultural?
Podemos seguir aplicando paños y presionando sobre la herida, que es lo que hacemos, pero si no se corta el motivo de la hemorragia moriremos desangrados. He visto en televisión a Luis de Guindos que, tras anunciar para este año electoral una bajada de impuestos, defendió a su colega de Hacienda por la decisión de mantener el IVA cultural más alto de Europa con una sonrisa que parecía una victoria... Soy incapaz de explicarme por qué.