Carlos Vermut. Ilustración: Luis Parejo

Siete nominaciones para Magical Girl y solo un Goya (a Bárbara Lennie). Pero no hay rencor. Carlos Vermut (Madrid, 1980) dejó la gala pensando en su nueva película. Le abordamos antes de su deseado café con Vigalondo...

¿Qué libro tiene entre manos?

En este momento ninguno.



¿Algún libro lo abandonó por imposible?

Sí, alguno.



¿Se ha salido de alguna obra de teatro o de alguna sala de cine?

De ninguna obra de teatro, de alguna peli sí. Una vez me salí de una en un festival porque tenían que hacerme una entrevista. Unos haters me vieron salir y lo pusieron en Twitter diciendo que era un director de mierda por salirme de las pelis de los demás. Ahora puedo aclararlo, espero que esas personas estén leyendo esto. No pararé hasta aclararlo.



¿Con qué personaje de la cultura le gustaría tomarse un café mañana?

Con Nacho Vigalondo. De hecho voy a llamarle ahora.



¿Entiende, le emociona, el arte contemporáneo?

Depende de la obra.



¿Cuál ha sido la última exposición que ha visitado? Ejerza por favor de crítico, en dos o tres líneas.

Estuve en la exposición de diseño industrial en Matadero... Pero no me atrevería a hacer de crítico, cada vez me cuesta más. Luego le explico por qué.



¿De qué artista le gustaría tener una obra en su casa?

De Suehiro Maruo.



Cuéntenos la experiencia cultural que le cambió su manera de ver la vida.

Cuando a Sabrina se le salió un pecho en la gala de Nochevieja del 87.



¿Cuántas veces va al teatro al año?

Dos, tres, cuatro...



¿Qué música está escuchando? ¿Es de ipod o de vinilo?

Ahora Chet Baker. Desde el ordenador.



¿Le importa la crítica? ¿Le sirve para algo?

Depende de quién sea. La crítica sirve de mucho, y siempre la he defendido como un género para el que hay que tener un talento especial para el análisis del que yo, por ejemplo, carezco. El simple hecho de compartir una impresión es interesante, si ya viene acompañado de cierto análisis es maravilloso.



¿Cuál es la película que más veces ha visto?

Los Kung fu kids.



¿Se reconoce integrante de una nueva generación de cineastas?

Sí, puede ser.



¿Cree que ha contribuido con Magical Girl a engordar la frase "esa película no parece española"?

No. De hecho es muy española.



¿Qué le pareció la última gala de los Goya? ¿Algún resentimiento soterrado?

Bien. Un poco larga, la última hora yo estaba sudando sangre ya. Es de las experiencias más raras que he vivido nunca, porque siempre la he visto en la tele y ese día estaba ahí, justo detrás de Antonio Banderas y Penélope Cruz. Sobre los premios, no hay resentimiento. Bárbara ha ganado y es un premio que me hacía mucha ilusión. Ella se lo merecía.



¿Le gusta España? Denos sus razones.

Mucho, es una pena que no seamos conscientes a veces de lo que tenemos. Lo que más me gustan son las personas, he viajado lo suficiente como para aprender a apreciarlas.



¿Cómo cortaría la hemorragia provocada por el IVA cultural además de bajándolo?

Empecemos bajándolo y ya iremos viendo...



Regálenos una idea para mejorar la situación cultural

Facilitar la producción y el acceso a la cultura bajando ese IVA y dando incentivos fiscales en la inversión cultural. La cultura también está sujeta a las leyes de oferta y demanda, está bien que exista aquello que tiene interés general, eso es innegable. Pero aparte es una herramienta que hace las sociedades mejores, y eso es algo que el estado tiene que tener en cuenta.



A qué personaje de la vida pública no soporta

A cualquiera déspota y soberbio.



¿La mejor Marca España?

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