Ilustración: Luis Parejo

A sus 81 años sigue en activo. Acaba de lanzar dos libros y continúa su tour por todo el mundo. El científico Francisco J. Ayala desconoce el significado de la palabra jubilación tanto en inglés como en español.

¿Qué libro tiene entre manos?

Unbroken de Laura Hillenbrand, una biografía exquisitamente escrita sobre un gran atleta americano cuyas aventuras son alucinantes, y también Biología y Espíritu, de mi entrañable amigo Andrés Moya, gran genetista y evolucionista de la Universidad de Valencia.



¿Qué libro abandonó por imposible?

Leo de vez en cuando libros de mi juventud, entre otras cosas para mantener mi contacto "espiritual" con España. La semana pasada decidí leer de nuevo Ensayos Liberales, de Gregorio Marañón, del que me acordaba favorablemente. ¡Qué desilusión!



¿Con qué escritor, científico o artista le gustaría tomar un café mañana?

Con muchos. Más de los que caben en un café. Luis de Pablo entre los músicos, Joaquín Pacheco y Joaquín Vaquero Turcios, entre los pintores; Camilo José Cela Conde, que cuenta como escritor, científico y poeta…



¿Recuerda el primer libro que leyó en su vida?

Dos libros que leí cuando tenía unos diez años y que me impresionaron, sobre todo el segundo: La Cabaña del Tio Tom y Las Tribulaciones de un Chino en China.



Cuéntenos la experiencia cultural/científica que le cambió su manera de ver la vida.

Un profesor de ciencias de segundo año de bachillerato, en mi colegio de los Padres Escolapios en Madrid.



¿Entiende, le emociona, el arte contemporáneo?

Por supuesto. Tengo una colección de arte muy extensa.



¿Cuál ha sido la última exposición que ha visitado? Ejerza por favor de crítico, en dos o tres líneas.

En el Museo de Arte Contemporáneo de Orange County, donde vivo: dos artistas demasiado abstractos y modernos para mi gusto.



¿De qué artista le gustaría tener una obra en su casa?

Velázquez y Goya. De hecho tengo un grabado original de los Desastres de la Guerra.



¿Qué música está escuchando?

Música clásica principalmente. Ayer, las Sonatas para Cello de Bach tocadas por Pablo Casals y el día anterior la Novena sinfonía de Beethoven, tocada por la Orquestra Sinfónica de Los Ángeles y dirigida por Gustavo Dudamel.



¿Se imagina haciendo otra cosa distinta que no sea la investigación?

Disfruto haciendo ciencia y enseñando, a mis 81 años. (¡En Estados Unidos no hay jubilación forzosa por razones de edad!)



¿Le importa la crítica? ¿Le sirve para algo?

Importante. Sirve para mucho; para mejorar.



¿Es usted de los que recela del cine español?

Me gusta. Hay grandes directores y estupendos actores.



Alguna obra de teatro que le dejara clavado en la butaca...

Un Don Juan de Zorrilla, aunque parezca sorprendente.



¿Cuál es la película que más veces ha visto?

Los Olvidados, de Buñuel, y Casablanca, con Bogart.



Regálenos una idea para mejorar la situación cultural de España.

Mejorar la investigación científica. Modernizar los programas de estudio de las universidades.



¿A qué personaje de la vida pública no soporta?

Soy bastante tolerante pero el ex presidente americano George W. Bush tiene bastantes puntos, lo cual me hace muy desagradecido porque fue él quien me dio la Medalla Nacional de Ciencias, el galardón científico más distinguido concedido en los Estados Unidos.



¿Está la corrupción metida en la genética del ser humano?

Ciertamente, no.



¿Qué cambiaría sin perder un minuto de la ciencia española?

El presupuesto. Es una vergüenza que en España se invierta solo el 1 por ciento del PIB en la investigación científica. La media de Europa es el 2. Los países más avanzados invierten el 3 por ciento. La ciencia "paga". Tres estudios independientes llevados a cabo en los EEUU llegaron a la misma conclusión: el 50 por ciento de todo el desarrollo económico de los EEUU desde la II Guerra Mundial se debe a avances científicos y tecnológicos, que han tenido lugar precisamente después de la contienda. No está nada mal: se invierte el 3 por ciento del PIB y rinde el 50 por ciento del desarrollo económico.