"El jazz europeo asimila lo americano y descuida a talentos locales"
El músico presenta hoy en el Círculo de Bellas Artes un nuevo proyecto junto al guitarrista francés Sylvain Luc.
Jorge Pardo (Madrid, 1956) se considera "un engranaje más" en la historia de nuestro jazz, al que en honor a la verdad hay que añadir el calificativo "fundamental". El maestro del saxofón y de la flauta travesera ha sido uno de los grandes impulsores de la fusión entre el jazz y el flamenco y compañero de Paco de Lucía durante muchos años. De Chick Corea a Ketama, ha colaborado con músicos muy diferentes, impulsado siempre por su afán explorador. Actualmente mantiene su trío con Carles Benavent y Tino di Geraldo y otras colaboraciones habituales, pero este viernes presenta un nuevo proyecto en el Círculo de Bellas Artes de Madrid: un dúo con el guitarrista francés Sylvain Luc nacido de un flechazo musical.
Pregunta.- ¿Quién es Sylvain Luc?
Respuesta.- Sylvain Luc es uno de los guitarristas más originales que hay en el circuito de jazz. Su talento, su herencia musical y su capacidad de riesgo no tienen parangón, lo que pasa es que en el mundo del jazz europeo conocemos todo lo que viene de Estados Unidos y muchos talentos que tenemos aquí pasan desapercibidos.
P.- ¿Cómo se conocieron y cómo surgió la colaboración entre ambos?
R.- Lo conocí casualmente en Montevideo hace dos años, tuvimos una pequeñísima sesión juntos pero los dos nos cruzamos la mirada sabiendo que nos teníamos que encontrar de nuevo porque tenemos muchas cosas en común.
P.- ¿A qué sabe este nuevo dúo?
R.- Aún está por descubrir. Más que una realidad musical, lo que tenemos ahora mismo nace de la intuición y vamos a tirar de esa cuerda, será una sesión experimental.
P.- ¿Qué tipo de piezas van a interpretar?
R.- Vamos a recordar algún estándar de jazz y algunas creaciones suyas y mías, pero dentro de eso habrá mucho espacio para la improvisación. Más jazz imposible.
P.- En 2013 fue el mejor músico europeo de jazz según la Academia Francesa de Jazz y el año pasado el Ministerio de Cultura le dio el Premio Nacional de Músicas Actuales. ¿Son importantes para usted estos premios?
R.- Les concedo la importancia justa. No voy dando saltos de alegría, igual que no me deprimo si no me dan un premio. Siento agradecimiento, por supuesto, por el hecho de que la gente se acuerde del trabajo que he ido haciendo todos estos años, pero no me han regalado nada. La vida del músico consiste en luchar cada día.
P.- Siempre ha explorado las fronteras entre el jazz y otros géneros, sobre todo el flamenco, y en 2014 lanzó Historias de Radha y Krishna, con influencias orientales, electrónicas, del hip hop... ¿El futuro de la música pasa por la fusión?
R.- La fusión es la base del arte. Ningún arte es una ciencia infusa que baja del cielo. Se da por la mezcla de unos artistas con otros, que van creando un estilo que luego otros llamarán "puro". Es absurdo. Tanto el jazz como el flamenco, que son mis dos referencias más cercanas, se van engrandeciendo a base de mezclas cada vez más y, en contra de lo que dicen los puristas, no pierden su identidad por el camino.
P.- Usted fue protagonista de la fusión entre jazz y flamenco. ¿En qué momento percibió el inicio de esa fusión y cuándo su consolidación?
R.- Yo no lo he observado nunca en esos términos. Heredé alguna idea, pero no podemos olvidar a Miles Davis, a John Coltrane o a Lionel Hampton, que hace ya siete u ocho décadas tuvieron este tipo de roces, aunque solo fueran pequeñas rozaduras. Aquí en España hay cantidad de ejemplos que no están muy bien documentados, pero los flamencos de aquellos tiempos se codeaban con los músicos de jazz cuando viajaban a América. Y tampoco creo que hoy la fusión sea un estilo plenamente definido, muchos nuevos músicos se van incorporando sin parar a ese gusto. Yo he sido un engranaje, aunque es cierto que me ha tocado vivir momentos históricos de este asunto, aunque en su momento no tuvieron nada de histórico, sino que eran menospreciados, como lo fue, por ejemplo, La leyenda del tiempo, de Camarón, y hoy es admirado por todo el mundo.
P.- ¿Cuáles son sus sensaciones con respecto al panorama actual del jazz en España y en Europa?
R.- Es difícil hablar de esto sin emitir una opinión frívola llena de tópicos. Pero la sensación que tengo, la única a la que cabe entregarnos, es que las nuevas generaciones de músicos siguen haciendo esta música, aportando nuevas creaciones y recreaciones, antiguas y nuevas melodías, más de lo mismo de lo que estábamos haciendo hace décadas, pero nuevo. Es como cuando ves siempre el mismo paisaje pero te parece distinto dependiendo del día, de la luz y de tu estado de ánimo.
P.- ¿Con qué proyectos empieza 2016 aparte de este concierto?
R.- Estoy intentando terminar una grabación que empecé el año pasado y que es una vuelta de tuerca más en mis fusiones. Espero tenerlo listo en unos meses, mientras tanto no paro de dar conciertos, que es lo que más disfruto, aquí y en festivales de otros países.