Paloma San Basilio. Ilustración: Luis Parejo

Acaba de publicar la novela El océano de la memoria y ahora abre el Festival de Mérida, el próximo 6 de julio, con La décima musa, una fiesta musical en la que Paloma San Basilio nos mostrará otra cara de los mitos

¿Qué libro tiene entre manos?

La vida de las mujeres, de Alice Munro.



¿Qué libro abandonó por imposible?

Dos que yo recuerde: Madera de Boj, de Cela, y el Ulises, de Joyce.



¿Con qué personalidad de la cultura le gustaría tomarse un café mañana?

Con un hombre apasionante como Albert Boadella.



¿Recuerda el primer libro que leyó en su vida?

Fue la colección de Elena Fortun sobre Celia.



Cuéntenos la experiencia cultural que cambió su manera de ver la vida.

Creo que el espíritu de mi padre lleno de curiosidad y tolerancia, así como el tiempo que compartíamos de charlas familiares.



¿Entiende, le emociona el arte contemporáneo?

Depende, me gusta la pintura, especialmente la abstracción y pintores como Esteban Vicente. Pero a veces, cuando visito ARCO, me cuesta entender y valorar el concepto "Instalación". Creo que el arte debe ser revolucionario y creativo, pero no considero todo lo experimental como arte.



¿Cuál ha sido la última exposición que ha visitado? Ejerza de crítica en unas líneas.

Una del pintor Alberto Reguera. Me encanta su manejo del color y las texturas, consigue la sensación de que puedas penetrar físicamente en el cuadro. Te propone zonas de sombra y fusión con la luz y el color derramándose por los límites del lienzo.



¿De qué artista le gustaría tener una obra en casa?

De Henry Moore, sus esculturas al aire libre siempre me han fascinado.



En su novela El océano de la memoria se traslada a la Guerra Civil. ¿Por qué esa época?

Creo que no están cerradas del todo las heridas, pero no veo justo que las generaciones de posguerra impongan y proyecten su pasado a las nuevas generaciones que no saben de qué estamos hablando. Desde el punto de vista literario, es una época apasionante. El mundo cambiaba, Europa se rompía y la vida de la gente intentaba transcurrir con normalidad a pesar del dolor. Pero también mi novela es una historia de sentimientos y valentía.



¿Su Décima musa reescribe los mitos griegos?

Es un ejercicio dialéctico que cuestiona la veracidad de los grandes mitos o por lo menos los contempla desde otra perspectiva, a veces en clave de humor. Es un juego en el que la música tiene un papel importante.



¿Con cuál de esos mitos se siente más identificada?

Por supuesto mi mito favorito es Antígona, alguien capaz de luchar por defender sus creencias y ser fiel a sus afectos hasta perder la vida.



¿Le importa la crítica? ¿Le sirve para algo?

Realmente no mucho. Lo que más me importa es qué piensan y sienten las personas que deciden compartir las cosas que hago.



¿Qué música está escuchando?

Me gusta el jazz y también escucho a los clásicos, depende del momento y también del paisaje que me rodea.



¿Es usted de las que recela del cine español?

En absoluto. Se hace muy buen cine en España. Basta con ver La isla mínima.



¿Cuál es la película que más veces ha visto?

La serie de Indiana Jones con mis nietos.



¿Qué libro debe leer el nuevo presidente del Gobierno?

Le recomendaría dos libros: La sociedad de la transparencia, de Byung-Chul Han, y Bartleby el escribiente de Mellville, la frase del protagonista "preferiría no hacerlo" es una de las que mejor definen al actual presidente y más debería evitar el próximo.



¿Le gusta España? Denos sus razones.

Me gusta España: por diversa, por rica en historia y cultura, por su gastronomía, por su geografía única.



Regálenos una idea para mejorar la situación cultural de nuestro país.

Recuperar las Humanidades en la educación. La filosofía, por ejemplo, es fundamental para articular un discurso individual, de pensamiento propio, tolerancia y curiosidad por lo que te rodea.