Ilustración: Ulises

Director de ARCOmadrid desde 2010, Carlos Urroz (Madrid, 1966) se ha ganado el respeto del sector a pulso. De nuevo con el arte emergente y Latinoamérica como banderas, se enfrenta optimista a una nueva edición.

¿Qué libro tiene entre manos?

En estos momentos voy alternando dos: Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer, de Foster Wallace, y El yo minimalista y otras conversaciones, de Foucault.



¿Ha abandonado algún libro por imposible?



No tengo problema en abandonar la lectura de un libro si no me interesa lo suficiente. Tanto en literatura como en arte, lo importante es no tener prejuicios y empezar lecturas, pero no estamos obligados a llegar al final. Mi memoria es selectiva, procuro acordarme de los libros que me han marcado y no de los que he dejado.



¿Con qué personaje de la cultura le gustaría tomar un café?

Con Peggy Guggenheim o Gertrud Stein, mujeres del siglo XX que establecieron maneras interesantes de relacionarse con artistas y de coleccionar.



¿Recuerda el primer libro que leyó?

El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry. Es una lectura muy inocente, pero que nos abre al surrealismo, a la visión personal de la realidad que también tiene el arte contemporáneo.



¿Cuáles son sus hábitos lectores? ¿Es de iPad, de papel, lee por la mañana, por la noche?

En aviones principalmente y normalmente libros en papel. Me gusta la fisicidad del libro como objeto.



Cuéntenos alguna experiencia cultural que cambió su manera de ver la vida.

Me han gustado mucho los museos, tan ordenados y con objetos preciosos. Pero quizá la exposición que me hizo entender a los artistas fue Cocido y Crudo, en el Museo Reina Sofía, comisariada por María de Corral y Dan Cameron.



¿Quién manda en el mundo del arte?

El mundo del arte es un ecosistema en el que unos dependen de otros, en el que todos tienen importancia: artistas, galeristas, críticos, coleccionistas, comisarios, profesores…



En ARCO, ¿el dinero lo es todo?

No. La calidad lo es todo. ARCO es un mercado y como tal queremos que se vendan las obras.



¿Qué le falta y que le sobra al mercado de arte contemporáneo español?

Le sobra IVA. Le falta una ley de mecenazgo.



¿Sobre qué aspecto del arte pondría el grito en el cielo?

El arte genera el 3% de PIB y, aun así, es considerado como un gasto y no como una inversión.



¿Nos revela su peor experiencia en el mundo del arte?

No he tenido experiencias negativas.



¿Cuál ha sido la última exposición que ha visitado? Ejerza por favor de crítico.

La de Antonio Ballester Moreno en la Casa Encendida. Una excelente revisión de la pintura, el paisaje y de nuestra historia del arte reciente.



¿Qué música escucha en casa?

Según los momentos. Philip Glass o Michael Nyman si estoy tranquilo o trabajando. Sia o Scissor Sisters en momento más lúdicos.



¿Es usted de los que recela del cine español?

En absoluto. He visto estupendas películas españolas.



¿Cuál es la película que más veces ha visto?

El documental El misterio de Picasso, que recomiendo a todos los que quieran acercarse a este artista.



¿Qué libro debe leer el presidente del Gobierno?

Being There, de Jerzy Kosinski. Es la historia de un jardinero que por avatares de la vida llega a ser consejero político...



¿Le gusta España? Denos sus razones.

Sí. Tenemos muy buenas condiciones, pero unas veces nos infravaloramos y otras nos autocomplacemos. Deberíamos saber tomar lo bueno y concienciarnos sobre lo que hay que mejorar.



Regálenos una idea para mejorar la situación cultural.

Hay que empezar formando en las escuelas, con programas de humanidades, favoreciendo un plan de actividades culturales para niños y padres. Hay que llevar a los niños a exposiciones, museos, bibliotecas, teatros...