Image: Benet Casablancas

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El Cultural

Benet Casablancas

"No puede ser que el todo sume menos que las partes"

23 marzo, 2018 01:00

Benet Casablancas. Ilustración: Ulises

La imparable y ecléctica hiperactividad de Benet Casablancas (Sabadell, 1956) no amaina. Acaba de lanzar el libro La arquitectura de la emoción y el disco El arte del ensemble, grabado por The London Sinfonietta.

¿Qué libro tiene entre manos?
Siempre más de uno: La casa de los veinte mil libros de Sasha Abramsky, los Diarios de Pessoa e In Quest of Spirit. Thoughts on Music de mi amigo Jonathan Harvey.

¿Ha abandonado algún libro por imposible?
Bastantes, aunque muchos los redescubres más tarde en momentos más propicios y se revelan imprescindibles.

¿Con qué personaje le gustaría tomarse un café mañana? No soy mitómano. Pero aventuro una lista: Lichtenberg, Haydn, Nabokov, Doctor Johnson, Janacek, Brahms...

¿Recuerda el primer libro que leyó?
Despues de Hergé, Blyton y Verne adquirí muy pronto varios clásicos de la editorial Austral, que se revelarían premonitorios, Hamlet, Machado, Goethe, Homero, Rilke, los relatos completos de Sherlock Holmes, de Conan Doyle, y un libro que me abrió muchas ventanas, al mundo y en el tiempo, En busca del pasado, de C.W. Ceram.

¿Cómo le gusta leer, cuáles son sus hábitos de lectura: es de papel, de tableta, lee por la mañana, por la noche…?
De papel, ¡naturalmente! El día que no puedo leer lo considero un día perdido, vacío.

Cuéntenos alguna experiencia cultural que cambió su manera de ver la vida.
Quizá el descubrimiento de la gran sala de los Mármoles del Partenón del Museo Británico: por el sentido casi musical del ritmo, el reflejo de la agonía, la profundidad de la composición, las milagrosas transparencias...

¿Cuál es la película que ha visto más veces?
Varias de Hitchcock, todo Chaplin, los hermanos Marx, Capra, Murnau, Lang, Bergman, Lubitsch y Welles, Kubrick, forman parte de mi canon imprescindible.

¿Todo compositor es un arquitecto de la emoción?
Sin duda. Es justo este equilibrio y tensión entre construcción, forma y expresión lo que les confiere su fuerza y posibilita su impacto emocional.

¿Cómo describiría el enigma de la música?
Steiner supo expresarlo muy bien. La música es un lenguaje muy abstracto, muy codificado y al mismo tiempo asemántico, pero capaz de un efecto muy hondo sobre nuestra conciencia, con frecuencia visionario.

Siempre ha sido un músico ecléctico, omnívoro casi. ¿Dónde encuentra la inspiración hoy?
En los libros, la pintura, la naturaleza, la arquitectura, la dinámica social, la condición humana... pero sobre todo en la música misma, la que ausculto en mi interior las 24 horas del día.

Y siempre ha apostado por la inteligilibidad y la emoción. ¿Es una reacción contra la vanguardia de laboratorio?
Es la necesidad de sentirme libre, sin olvidar, como decía Barthes, que la moda es aquello que pasa de moda.

¿Entiende, le emociona, el arte contemporáneo?
No son términos contrapuestos, sino vías que concurren en la experiencia estética; olvidarlo da pie a una falacia que revela una concepción muy conservadora del arte.

Ejerza de crítico de la última exposición que ha visitado.
En los Museos de la Böttcherstrasse de Bremen descubrí la obra de dos artistas locales que desconocía, Paula Modersohn-Becker (1876-1907), muy estimable y personal pese a su prematura desaparición, y Franz Radziwill (1895-1983), de obra no menos sugerente y original.

¿Le gusta España? ¿Por qué?
Sí, por la diversidad y vitalidad de sus gentes, regiones y culturas, la riqueza incomparable de su patrimonio. Me desagrada profundamente que este potencial no cuaje definitivamente en estructuras sociales y valores modernos, justos, solidarios y preparados para hacer frente a los retos del futuro.

Denos una idea para mejorar la situación cultural de nuestro país.
Restablecer la educación y la cultura como ejes centrales de la acción política, con ambición, rigor y profesionalidad. No puede ser que el todo sume menos que las partes. Pero nada de ello será posible sin una regeneración democrática radical de las clases dirigentes.