César Antonio Molina. Ilustración: Ulises
Poeta, ensayista, crítico, gestor cultural y ocasionalmente político, César Antonio Molina (La Coruña, 1952) publica en Destino Tan poderoso como el amor, un recorrido por las principales películas que han marcado su vida.
Siempre varios libros a la vez: El tomo IV de las Obras completas de María Zambrano, ¿Qué sucedió en el siglo XX? de Sloterdijk, La actualidad innombrable de Calasso, Queridos fanáticos de Amos Oz y el libro de poemas de Vicente Verdú La muerte, el amor y la menta.
¿Ha abandonado algún libro por imposible?
Sí, bastantes, entre los peores, El libro rojo de Mao.
¿Con qué personaje le gustaría tomar un café mañana?
Con Sócrates, Cicerón, Ovidio, Séneca, Montaigne, Cervantes, Laura, Beatriz o Lara. Y, por supuesto, con Helena de Troya para saber si estuvo allí y desmentir así a Eurípides y, de estarlo, darme cuenta si hubiera valido la pena morir por ella. Mi Helena de Troya siempre fue Rossana Podestà.
¿Recuerda el primer libro que leyó?
Una edición infantil ilustrada de A la búsqueda de Troya de Schliemann.
Cuéntenos la experiencia cultural que cambió su manera de ver la vida.
Cuando mi padre, teniendo yo unos doce años, me llevó al librero Fernando Arenas, de La Coruña y le dijo que todos los libros que me llevara él los pagaría.
¿Es el bíblico Cantar de los Cantares el que encendió la chispa de Tan poderoso como el amor?
Sí. Siempre me maravilló este poema.
¿Diría que el cine es el género que mejor expresa el amor?
No el que mejor lo expresa pero sí el que mejor aúna las experiencias literarias, filosóficas, musicales, plásticas, porque se basa para su existencia en todas ellas.
¿Qué película refleja con mayor perfección esta idea?
Me gustan mucho las historias de amores imposibles como Breve encuentro de David Lean.
Cuando el amor… ¿Con qué películas recientes actualizaría su libro?
Las dos que acabo de ver son Inmersión de Wim Wenders y Un sol interior de Claire Denis.
¿Le importa la crítica? ¿Le sirve para algo?
Sirve para sugerir la necesidad de leer ese libro explicando el porqué y dando pistas para su interpretación.
¿Entiende, le emociona, el arte contemporáneo?
Por supuesto, aunque también hay cosas horribles. Muy significativa la película The Square, de Ruben Östlund.
¿Cuál ha sido la última exposición que ha visitado? Ejerza de crítico de arte.
La de Fernando Pessoa en el Reina Sofía. Magnífica.
¿De qué artista le gustaría tener una obra en casa?
De Morandi. De entre los pintores contemporáneos quien mejor pintó el alma de las cosas.
¿Qué tipo de música escucha habitualmente?
Clásica y la canción de autor italiana y francesa. También la música celta. Allá donde suenan gaitas resucito.
¿Le gusta España?
Cervantes, Velázquez, Jovellanos, Larra, Rosalía, Unamuno, Baroja, Valle, Ortega, Falla, Buñuel, María Zambrano, Picasso... amaron desesperadamente a España y sintieron angustia por ella y a veces inmensa tristeza. Incluso renegaron de ella para poder volver a amarla. A mí me pasa lo mismo. Es un gran país.
¿Qué libro o libros le recomendaría al presidente del Gobierno en estos momentos?
La obra política y memorialista de Manuel Azaña y Los intelectuales en el drama de España y La tumba de Antígona de María Zambrano.
Como ex ministro, ¿qué cree que se podría hacer para mejorar la situación cultural de nuestro país?
Mejor educación en general y, en particular, la humanística en los colegios y las universidades extendida en todas las carreras. También más medios para mantener nuestro patrimonio y cultura que es el elemento fundamental de nuestra identidad. Y no olvidarnos de nuestras lenguas cooficiales y de la común española que hablamos más de quinientos millones de personas en varios continentes.