Abelardo Linares. Ilustración: Ulises
Editor, poeta y librero, Abelardo Linares (Sevilla, 1952) recibe estos días el Homenaje Liber por "subrayar el valor del libro de fondo" sin olvidar jamás "la publicación de las últimas generaciones de escritores".
La novela del buscador de libros, de Juan Bonilla.
¿Qué le hace abandonar la lectura de un libro?
Multitud de cosas buenas. Pero también el aburrimiento.
¿Con qué personaje le gustaría tomar un café mañana?
Soy poco mitómano: ni el capitán Ahab ni Madame Bovary. Preferiría tomar café con alguno de los amigos que ya se han ido. Como Vicente Tortajada, que era persona y personaje de verdad.
¿Recuerda el primer libro que leyó?
Guillermo el travieso, de Richmal Crompton.
¿Y el primero que editó?
Los cinco destacagados, de Rafael Alberti.
¿Cuáles son sus hábitos de lectura: es de tableta, de papel, lee por la mañana, por la noche...?
De papel. Los buenos hábitos exigen el papel. Y a cualquier hora, pero especialmente por las tardes.
Cuéntenos alguna experiencia cultural que cambiara su manera de ver la vida.
Leer casi adolescente La voz a ti debida, de Salinas. Cambió mi idea del amor y de la mujer. O me dio la idea.
Con todo lo vivido y sufrido, ¿qué error no cometería como editor si empezase de nuevo?
Centrarme durante años exclusivamente en la poesía.
¿Qué ha sido lo mejor de todos estos años como librero?
Lo que he aprendido leyendo y ojeando libros. Sobre todo ojeando.
¿Y lo peor?
Lo poco que duraron esos años.
¿Del descubrimiento de qué poeta está más satisfecho?
No me parece que los poetas se descubran o todo en el lector sea descubrimiento. Puestos a descubrir, hay lectores que descubren incluso a Catulo. Lo que sí creo haber hecho es haber publicado muchos buenos primeros libros. Rafael Cansinos Assens hablaba, con ese tan peculiar estilo suyo, de saludar a los soles que nacen antes que a los que están ya en su cenit. Ser el primero en admirar algo a alguien que lo merezca siempre está bien.
¿Cuál es el secreto de la librería Renacimiento para plantar cara al gigante Amazon?
A los gigantes no se les puede plantar cara. Uno, como mucho, se puede esconder. Los portales más importantes de libro antiguo, Abebooks e Iberlibro, son los dos del gigante y yo estoy en ellos, como miles de libreros de todo el mundo. Aunque cobren una comisión desmesurada, del 20%, por su diminuto trabajo.
¿Entiende, le emociona, el arte contemporáneo?
El arte estrictamente contemporáneo, desde los cartones recorridos por una línea roja a los tiburones en metacrilato, pasando por la muy confesional merde de artista no me emociona, aunque lo comprendo e incluso lo disculpo; es cuestión de dinero. Pero hay muchos pintores (y diseñadores industriales) que me encantan. Por ejemplo Carlos García-Alix y Damián Flores.
¿De qué artista le gustaría tener una obra en casa?
En este instante, de Rafael Barradas.
¿Le importa la crítica? ¿Le sirve para algo?
La crítica siempre sirve; otra cosa es que convenga. Hoy en día hay poca crítica de libros. Pero el problema principal es que los medios no parecen dispuestos a dar demasiada voz o visibilidad a ningún crítico. Ahí está el caso de José Luis García Martín, al que echaron o dejaron irse los culturales de El Mundo y ABC, pese a ser, con mucha diferencia, el mejor lector de poesía en España.
¿A qué poeta admira más?
Admiro a muchísimos poetas que he leído y a unos pocos que no he leído aún. Soy muy partidario de admirar. Entre los de hoy mismo, a Francisco Brines.
Déjenos una idea para mejorar la situación cultural de nuestro país. Hay miles, pero empiezo por la más tonta e improbable. Que cierren Televisión Española y todas las autonómicas, y el dinero ahorrado se dedique a educación y cultura. Incluso a libros.