Alicia Framis. Ilustración: Ulises

Entiende el arte como experiencia. Llega Alicia Framis (Barcelona, 1967) a la Sala Alcalá 31 de la Comunidad de Madrid con arquitecturas, performances y piezas textiles que dan forma a su Pabellón de género.

¿Qué libro tiene entre manos?

La sociedad del cansancio, de Byung-Chul Han.



¿Qué le hace abandonar la lectura de un libro?

El ritmo y las sandeces.



¿Con qué escritor o artista le gustaría tomar un café?

Siempre con Enrique Vila-Matas



¿Cuál fue el primer libro que leyó?

El Quijote de Cervantes.



¿Cómo le gusta leer, cuáles son sus hábitos de lectura: es de tableta, de papel, lee por la mañana, en la noche...?

Me gusta el libro como compañero de viaje, siempre estoy en tránsito.



Cuéntenos alguna experiencia cultural que cambió su manera de ver la vida.

Era pintora desde muy joven, cuando me concedieron una beca para ir a París. Allí asistí a una conferencia que organizaba Matilde Ferrer con Sophie Calle, y me cambió la vida. ¡El hacer arte sin hacerlo, qué libertad!



¿El arte contemporáneo es una nebulosa sin reglas?

Creo que todo lo contrario, estamos muy ceñidos desgraciadamente por el mercado del arte. Antes había más parcelas, ahora se ha convertido en un poder concentrado en unas pocas galerías que tienen sucursales en todo el mundo y que son las que mandan.



Ha transformado la sala de Alcalá 31 en un pabellón de género, ¿qué otros lugares, fuera de la exposición, le gustaría intervenir si le dejaran?

Los colegios, las calles, los mercados, los espacios donde haya gente.



La exposición de Alcalá 31 recoge dos décadas de su trabajo, ¿en qué hemos avanzado en materia de igualdad en este tiempo?

Pues bien poco. Las muertes siguen siendo las mismas, hay 3.000 denuncias al mes por violencia de género en nuestras comisarías, y creo que los cargos directivos son accesibles a las mujeres, pero que no están diseñados para nosotras. Hay hombres mediocres en cargos directivos y mujeres directivas excelentes. Existe una criba apoteósica de la mujer en los altos cargos.



¿Sobre qué aspecto del arte pondría el grito en el cielo?

Los artistas que utilizan a las víctimas para hacerse millonarios.



¿Qué artistas le emocionan? ¿De qué artista le gustaría tener una obra en casa?

No hay arte en mi casa, es un lugar sin imágenes, pero si tuviera un pabellón... me gustan Félix González-Torres, Dominique González-Foerster, Martha Rosler, Cady Noland y Christine Borland.



¿Le importa la crítica? ¿Le sirve para algo?

Sí, claro, me gusta una buena crítica aunque me resalten los fallos. Para esto está el arte, para dar una opinión, por supuesto.



¿Qué música escucha en casa?

Hip hop, rap y ópera.



¿Recuerda la película que ha visto más veces?

Blade Runner.



¿Qué libro debe leer urgentemente el presidente del Gobierno?

Un artículo, "The Commons in Europe: from past to future", de Giangiacomo Bravo y Tine de Moor en The International Journal of the Commons, 2008.



¿Le gusta España? Denos sus razones.

Me gusta muchíííííísimo. Me gusta mucho mi gente, el calor, la ternura, el humor, el sarcasmo, el saber disfrutar de los amigos, el olor en las calles, el cielo, vivo añorando.



Regálenos una idea para mejorar la situación cultural de nuestro país. Ayudas a la gente joven: becas, lugares expositivos, iniciativas... Es una gran inversión que a largo plazo no falla.