Bárbara Lennie: "La mejor versión de España es apabullante"
"La mejor versión de España es apabullante"Actriz de raza, vísceras e intelecto, Bárbara Lennie (Madrid, 1984) anda estos días enzarzada en el Kamikaze en un combate interpretativo con Irene Escolar a propósito de la obra Hermanas, de Pascal Rambert.
25 enero, 2019 01:00Bárbara Lennie. Ilustración: Ulises
¿Qué libro tiene entre manos? Todos los cuentos, de Clarice Lispector. ¿Qué le hace abandonar la lectura de un libro? El aburrimiento. Aunque últimamente abandono muchos, me cuesta concentrarme. ¿Con qué personaje le gustaría tomar un café mañana? Con Susan Sontag. ¿Recuerda el primer libro que leyó? De los primeros fueron El pequeño Nicolás, Matilda, Charlie y la fábrica de chocolate. Y ya de adolescente reempecé a leer gracias a El libro de los amores ridículos de Milán Kundera. ¿Cómo le gusta leer, cuáles son sus hábitos de lectura? Me gusta mucho leer en la cama o en el sofá del salón con manta y té. Cuéntenos la experiencia cultural que cambió su manera de ver la vida. Me pasé de los 15 a los 18 viendo películas sin parar, yendo a conciertos, leyendo, escuchando y viajando. Luego empecé a estudiar arte dramático y sentí que esos años habían cambiado mi manera de estar en el mundo. ¿Por qué quiso a Irene Escolar como partenaire en Hermanas? Porque no se me ocurre una actriz mejor para hacer lo que estamos haciendo. ¿Es muy distinto el combate (interpretativo y dramático) de Hermanas al de La clausura del amor? Son textos muy diferentes, aunque compartan algunos temas recurrentes en la dramaturgia de Rambert y demanden energías y entregas igual de intensas. Yo lo he vivido como un viaje completamente único. ¿Qué es lo que más admira de Pascal Rambert? Pascal llega todas las mañanas a ensayar con una sonrisa. Te abraza, charla, bromea y como sin prestar mucha atención nos pone a trabajar. Hace que las cosas parezcan fáciles, sencillas. Es profundamente exigente desde un lugar tranquilo y respetuoso, sin ansiedad, sin prisa. Escucha al actor, lo intuye, lo potencia. ¿Qué echa de menos del teatro cuando está embarcada en un proyecto cinematográfico? Las rutinas, los horarios, la intimidad, lo artesano. ¿Qué es lo que más le angustia de ser actriz? Depender de las decisiones y los tiempos de otros. ¿Qué tipo de música escucha habitualmente? En mi casa se escucha música sin parar, es una locura. Y de todo. Ahora estoy Con todo el mundo de Khruangbin. ¿Entiende, le emociona, el arte contemporáneo? A veces sí y a veces no, como casi todo. ¿Cuál ha sido la última exposición que ha visitado? Lúa Cão en La Casa Encendida. Es lo más especial y único que he visto últimamente. ¿De qué artista le gustaría tener una obra en casa? Me gustaría un bodegón de Ramón Gaya. ¿Qué película reciente le ha impactado? Entre dos aguas, de Isaki Lacuesta. ¿Qué película ha visto más veces? No tengo ni idea. Últimamente he visto mucha animación japonesa. Me alucina esta cosa de los niños que pueden ver la misma película sin parar un día tras otro. El placer que encuentran en saber lo que va a pasar, en redescubrir los chistes, los personajes... Es como si las películas les dieran paz, como una casa llena de aventuras y mundos increíbles en la que refugiarse. ¿Le gusta España? Denos sus razones. He viajado mucho últimamente y aunque a veces querría salir corriendo, todavía no he conocido otro país en el que me apetezca vivir. Así que sí, me gusta mucho. La mejor versión de España es apabullante. Denos una idea para mejorar la situación cultural de nuestro país. Educar, educar, educar. Educarnos como individuos y como sociedad. Creo que para que mejore la situación cultural tiene que mejorar la situación social. Para eso se supone que se está gobernando. ¿O no?