Victoria Civera. Ilustración: Ulises Culebro
¿Qué libro tiene entre manos?Pasos y palabras. Escritos 1981-2018, de Juan Uslé.
¿Qué le hace abandonar la lectura de un libro?
El aburrimiento o el exceso de erudición narrativa.
¿Con quién le gustaría tomar un café mañana?
Con Rosa Queralt, no tuve ocasión de despedirme de ella.
¿Recuerda cuál fue el primer libro que leyó?
El primer libro serio que recuerdo fue La Metamorfosis de Kafka y recuerdo también de esa época La Tía Tula.
¿Cómo le gusta leer, cuáles son sus hábitos de lectura?
Soy de papel. Cuando no pinto, leo en el estudio. Me gusta el peso del libro y la textura del papel.
Cuéntenos alguna experiencia cultural que cambió su manera de ver la vida.
Me apasionaba la lectura de unos pequeños libritos: "El saber no ocupa lugar", de la Enciclopedia Pulga. Era fascinante descubrir el maravilloso mundo de las Artes. Y un día vi a mi abuela pintar una pared de azul, mezclando cal y azulete y me impactó. Fue ahí cuando decidí ser pintora.
¿Dónde busca inspiración?
En la naturaleza. En ella encontramos lo que somos y lo que nos enseña, los misterios y las pequeñas grandes cosas del día a día. La aventura de empezar de cero, me provoca ilusión, deseo y compromiso en el estudio.
La mujer tiene un papel primordial en su obra y también en esta exposición de la Casa de la Moneda. ¿Cómo ha cambiado su papel en el arte en los últimos años?
Lo que ha cambiado es nuestro presente, gramaticalmente hablando, nuestra manera de ver el mundo es el medio que los contiene. Mis preocupaciones son las mismas. La mujer y su multidisciplinar femenino. El micro-macro mundo que todos llevamos dentro.
Del neoexpresionismo a la abstracción, del óleo al vídeo: ¿qué es lo importante?
Las personas. Soy mujer, flexible y multidisciplinar. Trato de respetarme y hacer las cosas a mi manera.
¿Por qué la pintura?
La pintura, el dibujo, más que la escritura, es la acción, el vínculo más directo que existe entre nuestro intelecto y nuestra mano, acción y huella curativa que nos libera.
¿En qué momento estamos?
La situación actual no es muy edificante. Hay intereses multinacionales y cuatro megagalerías, coleccionistas y casas de subastas devorándolo todo. Fomentando las macroferias se impone más control sobre el arte, afectando al coleccionismo pequeño y mediano y a los pequeños comerciantes, propiciando el cierre de centros y galerías interesantes. El artista, en muchos casos, se siente abandonado, se autocensura o abandona.
¿De quién le gustaría tener una obra en casa?
Soñar no ocupa lugar: Los dibujos originales del Principito, una maqueta original de Buckminster Fuller, un dibujo de Hilma of Klint, una escultura de Eva Hesse y muchas obras de artistas jóvenes.
Ejerza de crítica de la última exposición que ha visitado.
Recomendaría con énfasis la exposición de Anna-Eva Bergman en el centro de arte Bombas Gens, en Valencia.
¿Le importa la crítica? ¿Le sirve para algo?
Una buena crítica, si es inteligente siempre es positiva, te exige y te fortalece. No sirven y no me gustan nada cuando son maliciosamente perversas o destructivas.
¿Recuerda la película que ha visto más veces?
Necesito del humor para aligerar el peso de la vida. Quizás El Guateque de Blake Edwards, con un genial Peter Sellers. Pero el director que más repito es Hitchcock.
¿Le gusta España? Denos sus razones.
Es contradictoria pero extraordinaria. Rica por sus diferencias, que hay que respetar y fomentar. Y tenemos el castellano que nos unifica y universaliza; un fenómeno imparable, más allá de muros, ombligos y fronteras.
¿Una idea para mejorar la situación cultural del país?
Ahora que el mundo y la cultura es mas global que nunca: ¿Por qué tenemos que mantener un IVA para el arte muy por encima del que existe en otros países?