¿Qué libro tiene entre manos?
La Odisea. Las relecturas también son importantes.
¿Qué le hace abandonar la lectura de un libro?
Que me resulte aburrido, ya sea por falta de ritmo o por falta de intensidad.
¿Con qué personaje le gustaría tomar un café mañana?
¿Personaje de ficción? A mí me encantaría tomar un café con Hércules Poirot en algún café de Estambul, unos minutos antes de que fuéramos a coger el Orient Express.
¿Cuáles son sus hábitos de lectura, es de tableta, de papel, lee por la mañana, por la noche…?
Leo cuando puedo. La vida que llevo cada vez me deja menos tiempo para leer algo que no sea documentación o clásicos de la literatura que vaya a explicar en mis clases de la Universidad Jaime I de Castellón. Prefiero el papel para la novela, pero para libros de documentación también es útil el formato digital que te permite hacer búsquedas rápidas de cuestiones muy concretas. Pero para la lectura relajada, siempre papel.
Cuéntenos alguna experiencia cultural que cambiara su manera de ver la vida.
Mi viaje a Roma con seis años llevado por mis padres: con todas sus visitas a museos y monumentos de la antigua Roma, me marcó definitivamente.
¿En el siglo I las mujeres tenían tanta influencia como plantea en Yo, Julia?
Las mujeres siempre han tenido muchísima influencia, aunque en sociedades patriarcales la hayan tenido que ejercer desde el ámbito familiar. Que no se haya contado no quiere decir que no tuvieran esa influencia.
¿Piensa continuar la historia de Julia en otro volumen más, puede ser la protagonista de una nueva trilogía quizás?
La novela ha sido muy recibida por el público y muchos lectores me piden que continúe con su historia. Podría cerrar el paralelismo entre Yo, Julia y Yo, Claudio. Graves contó la vida del emperador Claudio en dos partes. Quizá podría hacer yo lo mismo. Es una idea a tener presente.
¿Cuál es su mejor recuerdo de la Feria del Libro?
Pues fue muy emocionante para mí que Francisco Ibáñez, el autor de Mortadelo y Filemón, quisiera comer conmigo un día porque le gustan mucho mis novelas. Me pasé toda mi adolescencia leyendo sus cómics. Imaginen.
¿A qué escritor clásico le emocionaría firmarle Yo, Julia?
Hombre, ya puestos y viniéndonos muy arriba, al autor de El Lazarillo de Tormes. Así, por fin, averiguaríamos quién fue.
¿A qué otra etapa histórica le gustaría dedicarse tras novelar el Imperio romano?
Ah, ¿pero hay otras etapas históricas? Bueno, en serio, hay muchos momentos históricos que me interesan, pero es verdad que parezco abducido por Roma.
¿Entiende, le emociona el arte contemporáneo?
No sé si lo entiendo, pero en muchas ocasiones sí me ha emocionado. Y cuando esa emoción se comparte con alguien que amas, esa obra contemporánea pasa a ser algo muy especial en tu vida.
¿De qué artista le gustaría tener una obra en casa?
Yo soy más de que el arte esté a disposición de todos en museos. Pero, Dalí, Van Gogh o El Bosco me apasionan. Bueno, y la escultura de Miguel Ángel.
¿Le importa la crítica? ¿Le sirve para algo?
Claro que me importa y, con frecuencia, te aporta ideas sobre cuestiones a mejorar. Otras veces no compartes sus opiniones, pero la diversidad de juicios es la base de una sociedad abierta.
Déjenos una idea para mejorar la situación cultural de nuestro país.
Que nadie pueda aparecer en una lista electoral para diputado nacional o senador si no pasa un examen sobre literatura universal. Por supuesto, para aquellos que no hubieran tenido la opción de una educación, habilitaría un curso sobre el examen gratuito. Ya vería cómo si los que nos gobiernan leyeran, pongamos, cien novelas, y asimilaran sus contenidos, nos iría mucho mejor.