'Inframundo', curioseando por el averno

El Cultural

'Inframundo', curioseando por el averno

Como ya hizo Dante en su Divina Comedia, Pep Brocal nos lleva de paseo por el reino del Hades

1 julio, 2019 13:33

Inframundo

Guión y dibujo: Pep Brocal

Astiberri Ediciones, 2019

Color, 19 x 26 cm, 312 páginas, 28,00 €

Todo aquello que acontece en el infierno provoca un interés malsano desde que Dante Alighieri le prestase atención a principios del siglo XIV. Quizá sea por la duda sistemática que habita en el ser humano con relación a su destino: siempre cabe la posibilidad de que el infortunio nos empuje a acabar por allí, y que los próximos mil años consistan en deambular entre almas penitentes y desconocidas formas de tormento. Por eso, cuando un señor del talento de Pep Brocal decide crear un cómic acerca del futuro de los condenados, el primer impulso es leerlo. Y luego ya veremos. 

Inframundo propone un viaje exprés al reino de Hades para recordarnos aspectos clave de la convivencia por allí abajo. La andanza se resuelve acompañando a Amalia, una joven cuyo pasado se va destapando de la mano de su gato y de un elenco de personajes singulares, algunos costumbristas, otros siniestros, que perfilan su personalidad y motivaciones. Esta argucia permite enlazar con fluidez los diferentes momentos de acción que empujan la trama con ritmo vigoroso. 

El guión de Pep Brocal avanza linealmente con oportunos flashbacks (la madre, el novio desaparecido) que intensifican el conflicto emocional de la protagonista, y se completa con un aderezo peculiar: breves exégesis históricas entreveradas con instantes kitsch pilotados por Bruce Lee. El mítico artista marcial es el responsable de aportar tonificantes reflexiones zen y generosas dosis de porrazos. 

Pero en Inframundo hay algo más. Planos cenitales sugerentes, panorámicas inspiradoras, callejones siniestros, ascensores misteriosos, sombras sospechosas, cavernas inhóspitas, contraluces dramáticos. Grafismo y narración se complementan para atrapar la curiosidad y entretener con solvencia. De hecho, este cómic se construye sobre un discurso gráfico de colores estimulantes, que rozan la seducción. Cuando la primera viñeta aflora tras la portada, las páginas pasan solas ante la acuciante necesidad de conocer el desenlace final de Amalia y su incursión en el averno. Un final que descubriremos arropados por una propuesta visual y editorial inolvidable.