¿Qué libro tiene entre manos?
Estoy leyendo El lugar de la espera, de Sònia Hernández. Terminé hace dos días Revolución, de Juan Francisco Ferré.
¿Qué le hace abandonar la lectura de un libro?
El aburrimiento. “Lo que no te interesa no te interesa, y además pa qué”. Aunque, a veces, la hechura literaria suple el desinterés.
¿Con qué personaje le gustaría tomar un café mañana?
Balzac era adicto al café. Y alguno de sus libros me creó literatura.
¿Recuerda el primer libro que leyó?
Creo que fue El maravilloso viaje de Nils Holgerson, de Selma Lagerlöf. O quizá Peter Pan.
¿Y el primero que tradujo?
La pauvreté des nations, de René Gendarme, ¡para la imprenta del BOE! 25.000 pesetas. Primera temporadita en Ibiza. 1965.
¿Cuáles son sus hábitos de lectura: es de tableta, de papel, lee por la mañana, por la noche…?
Puede darse el caso de que me manden un libro papelero y yo me lo baje en formato Kindle para leerlo en el iPad.
Cuéntenos alguna experiencia cultural que cambiara su manera de ver la vida.
El Tánger Internacional fue mi experiencia cultural básica.
Al releer versos de hace más de sesenta años, ¿no ha sentido la tentación de suprimir, cambiar o añadir nada?
No. Percibo lo “mejorable”, pero no se me ocurre “mejorarlo” ahora.
Tal vez vivir tiene el mismo título que una novela de juventud inédita… ¿Qué le aconsejaría el viejo poeta al aprendiz de entonces?
Que siguiera leyendo. No hay otra para un escritor.
Se le reconoce como traductor, novelista y antólogo (Las Diosas Blancas), pero el poeta Buenaventura no figura en demasiadas antologías: ¿es el precio de su libertad?
Es el lógico resultado de no haber coincidido con las personas adecuadas en los momentos adecuados, de no pertenecer a la tribu.
Su anterior antología la publicó directamente en las redes ¿por desconfianza del sector, búsqueda de otro lector…?
Falta de editor que me la publicara. Pero lo que se puede bajar de mi Librillo en la red no es una antología, sino la obra poética completa.
¿Qué le debe este volumen a Isabel Giménez Caro?
Todo. Lo ha hecho ella, por propia iniciativa, en su propio tiempo, con su propio criterio. Realmente le estoy muy agradecido, porque yo ya había renunciando a mi poesía.
¿Le importa la crítica, le sirve para algo?
No sé. Si es buena, no me la creo. Mala no he tenido.
¿Entiende, le emociona el arte contemporáneo?
En el Arte existe un “factor disparate caprichoso” que me desagrada profundamente y al que, me temo, se presta hoy demasiada atención.
¿Cuál ha sido la última exposición que ha visitado?
Una de Pozuelo en la que había obra de mi mujer.
¿De qué artista le gustaría tener una obra en casa?
Del Bosco. Es entretenidísimo de mirar. Pero no tenemos paredes libres.
¿Cuál es la película que ha visto más veces?
Ultimátum a la tierra, con trece años. Rebel Without a Cause, con dieciséis.
¿Le gusta España? Denos sus razones.
De España me gusta el folclore, quizá la cocina, parte de su legado artístico, el idioma (es mío; pero nunca le fui muy fiel), cosillas pintorescas. Nada razonable. Lo importante me gusta menos.
Denos una idea para mejorar nuestra situación cultural.
La cultura ha cambiado todas sus referencias en los últimos años. Por primera vez en siglos, estamos a la par con el resto del mundo, porque nadie tiene ni idea de cómo gestionar la revolución. Ya iremos viendo.