Personajes enigmáticos retratados desde ángulos inesperados en un deambular cotidiano que no alcanzamos a descifrar. Así son los protagonistas de las instantáneas capturadas por Eamonn Doyle, que documenta con una visión muy personal la atmósfera y el ritmo vital de Dublín. Del 12 de septiembre al 26 de enero en la Sala Bárbara de Braganza, la Fundación Mapfre presenta por primera vez en España el trabajo del fotógrafo irlandés con una exposición que lleva por título el nombre del artista y que es además la mayor de su carrera hasta la fecha.
El grueso de la muestra lo componen 153 fotografías pertenecientes a la "trilogía de Dublín", formada por las series i, ON y End., que vieron la luz en forma de libros autoeditados por el artista. Del primero de ellos, el famoso fotógrafo Martin Parr dijo que era "el mejor libro de fotografía de calle que había visto en una década".
Las figuras solitarias y silenciosas de i realizan tareas cotidianas desconocidas a lo largo de O’Connell Street. Aisladas casi por completo en medio del paisaje geométrico de las calles, parecen ajenas al mundo que las rodea. Las fotografías se fijan en detalles de la tela y la textura, en el porte de cada individuo y en su modo de habitar la calle. Su aparente quietud contrasta con el movimiento de la serie ON, realizada en blanco y negro. En ella, el ángulo contrapicado de la cámara hace parecer gigantes a los transeúntes recortados sobre el fondo de hormigón de los edificios de la capital irlandesa. Por último, End., de nuevo en color, recurre al caos compositivo para mostrarnos figuras y objetos que tropiezan o se superponen y que muestran los detritus de la ciudad.
El retrato de Dublín se completa con State Visit, una serie de fotografías de alcantarillas revisadas por las fuerzas de seguridad justo antes de una visita visita de Estado a Irlanda de la Reina Isabel II en 2011, y con una videoinstalación formada por nueve pantallas con secuencias de imágenes en movimiento.
Más enigmática aún que la "trilogía de Dublín" resulta la serie K, realizada por Doyle entre el oeste de Irlanda y Extremadura y que también puede verse en la exposición. Sobre distintos paisajes seguimos a una figura fantasmal envuelta en un manto, siempre cambiante en forma, color y textura. Estas obras, y su instalación, aluden a la tradición irlandesa del keening, un lamento vocal por los muertos, y nacen en parte como resultado de la pérdida prematura del hermano y la madre del artista.
Además de fotógrafo, Doyle es DJ, productor de música electrónica y fundador del sello discográfico D1 Recordings, en cuyos proyectos forjó su prolongada colaboración con el diseñador y artista Niall Sweeney, que ha sido el comisario de esta exposición que se presenta ahora en Madrid.
En un comunicado, la Fundación Mapfre señala que con la producción de esta exposición, que ha podido verse primero en la RHA Gallery de Dublín, continúa con su "misión de apoyar a destacados fotógrafos en la realización de nuevos trabajos fotográficos en España", ya que la serie de fotografías españolas del proyecto K surgió a raíz de la invitación de la fundación para exponer su obra en nuestro país.