OTRA MIRADA: SHARON CORE & LAURA LETINSKY. MUSEO DEL ROMANTICISMO

San Mateo, 13. MADRID. Comisaria: Susan Bright. Hasta el 22 de septiembre

Construir la imagen se ha convertido en todo un género, como se ha reconocido en el legendario festival de fotografía Les Rencontres de Arlés, que esta edición cumple medio siglo, con una sección homónima. En nuestro PhotoEspaña, del que todavía pueden verse algunas exposiciones, el título de la Carta blanca de la comisaria Susan Bright, ¿Dèja vu?, alude a una subespecialización en esta categoría. Se trata, a grandes rasgos, de una práctica apropiacionista que ya iniciara a finales de la década de los setenta Sherrie Levine con sus reproducciones exactas de fotografías de Walker Evans o Edward Weston, que contenían un comentario feminista. Pero también puede tratarse de una deconstrucción. Ambas posibilidades se confrontan en Otra mirada, esta pequeña pero muy grata exposición del Museo del Romanticismo en torno a la iconografía del bodegón protagonizada por las fotógrafas residentes en Nueva York Sharon Core y Laura Letinsky.

Sharon Core (Nueva Orleans, 1965) es un buen ejemplo de cómo para algunas fotógrafas contemporáneas, construir la imagen puede suponer toda una experiencia. Inicialmente pintora, su giro hacia la fotografía se produjo tras pasar algunos años de formación en Europa. Desde hace más de una década, viene reconstruyendo cuadros de Raphaelle Peale, considerado el primer pintor profesional de bodegones en el siglo XIX en Estados Unidos, o del pintor holandés Otto Marseus van Schrieck, con sus austeras naturalezas muertas de alimentos. En la última serie que se muestra en esta exposición, 1606-1901, aunque los referentes quedan anónimos, podemos imaginarnos el enorme esfuerzo de investigación botánica; y en su estudio, la esmerada reconstrucción de los arreglos florales de, por ejemplo, la holandesa Elisabeth Johanna Koning, una de tantas pintoras especializadas en bodegones (y por ello, juzgadas como pintoras “menores”), con sus características flores rebasando el nivel de la mesa. Y de otros tantos cuadros que Sharon Core localiza en museos, o bien a través de internet, hoy en día una práctica común pero que, en este contexto, evoca el papel que durante un tiempo desempeñó la reproducción fotográfica, difundiendo la historia de la pintura, entonces accesible a unos pocos. La viveza de la fotografía evidencia más que nunca lo siniestro de estas “naturalezas muertas”.

La operación de la canadiense Laura Letinsky (Winnipeg, 1962) es la contraria. Partiendo de la sobrecarga de estímulos en los bodegones publicitarios que inundan las revistas, especialmente femeninas, Letinsky reduce al mínimo sus elementos, creando imágenes casi blancas. El título de esta serie es significativo: Mala forma y vacío lleno, que alude a la desestética como estrategia feminista. De manera que fragmentos de recortes de flores, alimentos y vajillas flotan y, a veces, apenas son visibles entre planos desacompasados. En estos bodegones, la ansiedad consumista queda definida, y suspendida. Letinsky, profesora desde 1994 en el Departamento de Arte Visual en la Universidad de Chicago, exhibe una más que interesante investigación conceptual sobre qué es la fotografía, cómo se construye y cuál es su relación con la realidad.

La contraposición, además, entre las imágenes llenas de Core, en pequeño formato, frente al gran formato casi vacío utilizado por Letinsky, invita a mirar una y otra vez, de nuevo, potenciando la contemplación en detalle de sus imágenes construidas.

@RocodelaVilla1