Hola, amigos. 

Podéis empezar a escribir sobre las raíces. 

El ganador de la semana pasada, dedicada a los concursos, ha sido...: 

Lucidez 



El día de la final estaba tan nervioso que volvió a tomarse la pastilla. Y entonces los extraterrestres dejaron de soplarle las respuestas.

O sea que la capacidad del concursante para competir radica en su demencia. He aquí la enorme gracia del relato. Sin tal perturbación mental, la ventaja competitiva de nuestro protagonista se pierde, de igual manera que se pierde la cara sin la cruz de la moneda. La lucidez y la demencia pueden estar tan unidos que una y otra sean indistinguibles para quien las atesora o padece. Sólo nosotros, el resto de la sociedad, podemos decidir qué hallazgos y comportamientos humanos forman parte de lo lúcido y cuáles de la locura. Recuerdo haber leído una entrevista a John Nash, el matemático esquizofrénico y premio Nobel, en la que aseguraba que sus geniales intuiciones científicas tenían para él el mismo origen y la misma impronta de veracidad que sus deletéreas alucinaciones paranoicas. En este relato, los extraterrestres son una alucinación maligna y benigna al mismo tiempo, lo que indaga en esa aureola misteriosa que tiene la locura, pues no es inusual la sospecha de que se trata de una lucidez extrema o excesiva, mal entendida socialmente, un talento que no se sabe descifrar, una especie de fatal habilidad para ver mas allá de lo convencional. Enhorabuena, Raquel Esteban Martín, por el estupendo relato y por el premio. 

Otros micros pudieron haber ganado: 

 Iris 



Acertó todas las respuestas, y a falta de la última para ganar el mayor bote jamás entregado por un concurso, apagó el televisor.

Meiga



Había eliminado a todos sus competidores para llegar a la gran final. Tras proclamarse ganador, celebró su victoria camino de la prisión.

Saludos cordiales.