Y los veinte poemas finalistas son:
Robert Wyatt
Hay más vida en la oscura ciénaga
que en el viscoso aire confinado
de esta habitación luminosa.
Frida Roffe
inventaremos un nuevo lenguaje
nombraremos las cosas de tal modo
que el punto de la espiral apenas aflore
Eliseo
No soy lugar donde el cielo se precipita
Ni zona de ebullición para los instintos
Soy jardín donde la mitad del sueño completa su ceremonia
Briseida Colomé
Los nervios de la tormenta
arrugan el terciopelo de la noche;
la luz ensordece y se revienta la gangrena.
Ansia viva
Utopías dibujadas
en la cara del espantapájaros
el cuervo asiente.
Carlos Rutilo
Regreso a cantar delante de tus ojos,
y no callaré,
hasta abrazar la sombra de mis hermanos caídos.
Belisario Domínguez
La brisa desordena las constelaciones
y el árbol
gira sin soltar la hoja.
Pez lápiz
Morir es el empeño de los pobres
saltar desde lo alto de la aurora
caer en un recinto de velas encendidas.
Laoconte
En la humedad floral de un patio
el canto libre de un pájaro enjaulado
suena a encaje de la soledad.
La quesera de Oter
Y morir en tan pequeño espacio de tierra
regar este alcorque diminuto
tras haber recorrido el universo.
Lagarto
El fuego que amanta nuestras noches
El vino que quema nuestros sueños
El hambre que devora la sal de las paredes.
José Becerra Motriz
Oigo los pasos de un tambor cansado
que tocan olas de niños
hambrientos de encantos sólidos.
Wonderland
Susurra la emoción bajo el silencio
cuando se derrama el vacío sobre el asfalto
y las miradas son de líquido cristal.
Susana Bellido
En sábanas fronterizas
y trincheras de algodón
nos gesta un faro embrionario.
Marta
Mientras el miedo hiere
los pulmones de las plazas
la nieve nos regala su última estampa
Ada Peñalver
Esta noche los corzos bajaron de las cumbres.
Hoy regresó la vida a sus huertos tempranos.
El hombre es ese hueco sin sombra en la alameda.
María José Viz Blanco
He visto el baile de los delfines
y las olas besando sus aletas rebeldes
desde mi refugio de ladrillo.
Rosario Campos
Descanso mis pasos en las sombras
de los ansiosos gritos amarillos
que me aguijonean el silencio.
Sra. Tití
Habitan abejas los parques abandonados.
La ciudad duerme sobre la piel extraña
que el taxidermista de sueños dibujó
Juanjo Maíllo
La audaz celinda
y aquellas golondrinas que van rasgando el aire
gritan contra los muros de soledad y muerte
Tema de la semana que viene: “Autoestima”.