¡Buenos días!
Han estado a punto de ganar estos poemas:
lisa voraz
Gime la lengua de la vidriera
Y aplaca el placer del licántropo
Convertido en niño bajo el metal
El espléndido verso inicial es un hallazgo que irradia al resto del poema, con esa mezcla de enigma con arrojo, y cierta intrepidez verbal que luego se atempera, hasta concretarse en imágenes más sencillas, concretas y asimilables, con dulzura final.
José Becerra Motriz
Aúlla el silencio detrás de la puerta
como una herida
que abre el sueño en las lenguas nocturnas.
Solamente el primer verso tiene la intensidad verbal de lo que ocurre, en una situación que concentra el enigma posterior y a la vez le da categoría simbólica. A partir de ahí, el estupendo verso de cierre hace que el poema se desdoble por la oscuridad y el lenguaje.
Huracanblue
Tras cada mirada una ola
En el mar de pezuñas erizadas
Las canciones se escriben con escamas de pez
La construcción verbal de estos versos es consistente y poderosa, con una sobriedad que los recorta bien, a pesar de sus componentes ligeramente surrealistas, antes de llegar a un verso final que por sí mismo potencia todo el poema con vistosidad y misterio.
Pero el ganador es
Carlos Rutilo
Estrecho los dientes de la noche
sobre el cuello de cisne
que tiembla como una vela encendida.
Tenemos un poema ofrecido en dos planos: la belleza formal de las imágenes, verso a verso, y también la ruptura interior que nos evoca, y también un cuadro general que puede ser aplicado a varias realidades: esa fragilidad de la belleza que de pronto se rompe y nos parte por dentro. La sutileza final, en esa imagen parpadeante de la “vela encendida”, es una maravilla. Pero también la percepción física del dolor al rompernos.
Tema de la semana: “Viajes en el tiempo”. Estar en otro tiempo, en otra edad, desde la perspectiva de hoy. Podernos desplazar hacia el pasado, o a la piel del futuro. ¿Quién no lo ha pensado alguna vez? ¿Quién no se ha sentido alguna vez Rod Taylor en La máquina del tiempo, titulada en España El tiempo en sus manos? No tenemos el tiempo en nuestros manos: se deshace, se escurre entre los dedos, y luego todo es pérdida y fogueo. Ahora, cuando vuelve la serie El Ministerio del Tiempo, escribamos sobre esto, en 3 versos y no más de 140 caracteres. Sobre los viajes hacia épocas que son un recuerdo amarillo, sobre cómo viajamos, en silencio interior, hacia un tiempo perdido.