¿Qué libro tiene entre manos?
Búnker, de Toteking.
¿Qué le hace abandonar la lectura de un libro?
El cansancio. Cuando te cansas de esperar que te interese.
¿A qué personaje de la historia le gustaría entrevistar?
A John Lennon. Porque es el último gran icono. He leído y visto todo lo que ha caído en mis manos sobre él.
¿Recuerda el primer libro que leyó?
Un best seller que corría por casa, El cazador de barcos. Me enganchó, me emocionó.
¿Cómo le gusta leer, cuáles son sus hábitos de lectura?
Papel siempre, no he dado el salto a la tablet. Me gusta un buen sofá, tiempo por delante y silencio a mi alrededor.
¿Qué acontecimiento cultural le hizo cambiar su manera de ver el mundo?
Han sido muchos. No sé si tanto como para cambiar mi manera de ver el mundo. Recuerdo una exposición de Miquel Barceló en el MACBA. Me abrió la mente en el mundo de la pintura y potenció mi fanatismo por Barceló.
El título de su libro, Reír es la única salida, es toda una declaración de principios… ¿aconsejaría su lectura como un bálsamo para sobrevivir a la situación que atravesamos?
Bueno, eso sería muy pretencioso por mi parte. Mi objetivo es más modesto. El libro explica la pasión de alguien por su oficio. Les invito a que atraviesen el espejo y descubran cómo hacemos y sentimos la televisión.
¿Nos daría una primera frase, un pie, para un monólogo sobre la experiencia de la pandemia?
“Hola supervivientes”.
¿Qué entrevista de Late Motiv en Movistar+ recuerda especialmente?
Siempre destaco a Ricardo Darín, al que yo llamo el invitado perfecto, con permiso de todas y todos los demás.
¿Qué le queda de sus principios como periodista?
Periodista involuntario, matizo. Más bien un locutor ocurrente con todo el tiempo del mundo para probar, arriesgar y explorar la comedia. Espero mantener ese pulso vital.
¿Ha cambiado el humor en las últimas décadas?
No sé. Cada cómico es de una manera... Todavía nos queda camino por recorrer en España. Nos falta autocrítica y recorrido. Todavía se ve el humor como una amenaza cuando en realidad es terapéutico para una sociedad.
¿Han aportado calidad las plataformas digitales?
Yo solo puedo agradecer a mi plataforma. Sin su apuesta yo estaría en mi casa o haciendo radio. Bienvenidas sean porque completan y ensanchan el horizonte.
¿Pueden mejorar?
Sí, como todo en la vida.
¿Se ha enchufado a alguna serie recientemente?
Me enchufo poco por una cuestión de tiempo. No olvidemos que soy padre de una niña de siete… Juego de Tronos fue mi última adicción.
¿Qué tipo de música escucha habitualmente?
Toda la buena, jajaja. Escucho mucho rock and roll. Es lo que más me gusta. En todas sus vertientes.
¿Le importa la crítica, le sirve para algo?
Claro.Mentiría si dijera que no. Sigo a buenos analistas de televisión. No me gusta llamarlos críticos. Son gente que conoce y disecciona bien el oficio.
¿Entiende, le emociona el arte contemporáneo?
Sí.Depende del autor. Con los años he adquirido una formación “decente”. He descubierto a artistas maravillosos.
¿Cuál ha sido la última exposición que ha visitado? Ejerza de crítico.
¡Crítico no, por favor! Que osadía. Hace poco volví a ver el Guernica. No me canso. Percibí que una parte del cuadro está más trabajada que otra. Como si la pena, el hastío o la prisa obligaran a Picasso a darlo por terminado.
¿Qué primera medida tomaría tras la pandemia para mejorar e impulsar la situación cultural?
Una cumbre profesional, seria, despolitizada y rigurosa sobre el sector cultural. Detectar qué necesita, cómo potenciarlo, dedicarle recursos, técnicos y voluntad de Estado. (No sucederá. Nunca ha sucedido. Es una pena y nos define como país).