Iron Man fue ideado en los albores de la convulsa década de los sesenta por el editor Stan Lee, el guionista Larry Lieber, el artista Don Hech y el diseñador de personajes Jack Kirby. Stan Lee, la gran mente pensante detrás de la factoría Marvel, llevaba tiempo barajando la posibilidad de crear un superhéroe a partir de un hombre de negocios, la quintaesencia de un capitalista que fuera contra el signo de los tiempos y buena parte de los lectores de la casa. Cuando el personaje debutó en Tales of Suspense #39, en marzo de 1963, el mundo se encontraba en el punto álgido de la Guerra Fría. La crisis de misiles de Cuba había tenido lugar apenas unos meses antes en el octubre anterior; trece días donde las dos grandes superpotencias habían estado jugando a la ruleta rusa nuclear con el destino del mundo. En su primera aparición, Iron Man se presentaba como un héroe anticomunista, derrotando a varios agentes vietnamitas, pero con el paso del tiempo el enfoque fue girando en torno a cuestiones como la defensa nacional y el progreso tecnológico, así como matices más personales. Su batalla contra el alcoholismo sigue siendo una de sus tramas más celebradas, y un elemento esencial del personaje.
En la ficción de los cómics Tony Stark es un industrialista dedicado al comercio de armas y explosivos, un traficante con chaqueta y corbata que no se preocupa de analizar el coste moral de su negocio. Sufre un cambio de parecer cuando es herido en una emboscada y capturado por fuerzas enemigas, que le obligan a desarrollar armas para sus fines.
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Las heridas de Stark son severas, con trozos de metralla incrustados en su cuerpo que van acercándose de forma paulatina pero inexorable a su corazón. Para salvarle la vida, otro prisionero, Ho Yinsen, utiliza una placa imantada para detener el avance de la metralla. En secreto, los dos construyen una armadura primitiva que Stark utiliza para escapar mientras Yinsen se sacrifica para que le dé tiempo a recargar la armadura. El paso de los años ha hecho que la historia de los orígenes haya ido actualizándose con el contexto, pasando primero del Vietnam original a la Guerra del Golfo y posteriormente a Afganistán, que es el escenario que Jon Favreau utilizó para la primera película del personaje estrenada en 2008.
El diseño original de Iron Man era una mole robótica gris de Jack Kirby, pero rápidamente, en la entrega del mes siguiente, se pasó a un diseño rojo y dorado con una fisonomía mucho más ligera y pulcra. Esta nueva versión, que es la que ha pasado a engrosar el imaginario colectivo, fue diseñada por Steve Ditko y ha servido de base para los diferentes avances tecnológicos del personaje, que en los cómics ha dejado muy atrás los sobrios orígenes electromecánicos para entrar de lleno en la nanotecnología.
Stan Lee creó a Tony Stark, el hombre debajo de la armadura, inspirado por el magnate Howard Hughes, célebre por sus hazañas como piloto, productor de la RKO del Hollywood clásico y filántropo, que acabó desarrollando una excentricidad alarmante. Como Hughes, Stark también se empleó como contratista del ejército de Estados Unidos hasta que sucesivas revisiones del personaje le llevaron a cancelar esa parte de su negocio. Según el historiador Robert Gente, el personaje entronca con la idealización del inventor americano, siguiendo la estela de Thomas Edison o Alexander Graham Bell.
Marvel’s Iron Man VR ha sido desarrollado por Camouflaj, un estudio afincado en Bellevue, en el Pacífico Noroeste de los EE,UU. Fue fundado en 2011 por Ryan Payton después de batirse el cobre como productor de juegos tan afamados como Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots o Halo 4, y durante años han estado lanzando los episodios de République, un juego de sigilo que se ideó con las plataformas móviles en mente pero que terminó llegando también a PlayStation 4. Su buen hacer fue razón suficiente para que Marvel Comics les confiara la traslación a los videojuegos de la experiencia de vuelo que ha encandilado a millones de espectadores en el Universo Cinemático de Marvel.
En Marvel’s Iron Man VR el jugador se convierte en Tony Stark mientras acomete misiones ante el asalto de una armada de drones controlados por una misteriosa figura que se define como un fantasma de su pasado. Con los mandos PS Move el jugador puede impulsarse por el aire con los “repulsadores” en las palmas de la armadura, alcanzando velocidad de crucero en pocos segundos y maniobrando por las estrechas cavidades de los acantilados de la casa de Malibú.
Como método de ataque tiene a su disposición tanto los diferentes haces de energía que puede disparar desde las palmas de la mano como puñetazos de fuerza sobrehumana suficientes para pulverizar cualquier nave que se interponga en el camino. El juego comienza con una secuencia explosiva de un ataque al Stark Force One, el avión personal de Tony equipado con el lujo más estrambótico y en el que viaja con Pepper Potts. Los drones hacen un agujero en el fuselaje y Tony es expulsado fuera, por lo que tiene que ponerse la armadura en caída libre. Mientras Pepper trata de controlar el avión, Tony tiene que mantener a raya a los drones y, a la vez, solucionar las diferentes averías de la aeronave con los recursos que le proporciona la armadura. Tiene la ambición imaginativa de las mejores escenas de la saga cinematográfica, pero solo es el inicio de una aventura electrizante.