¡Buenos días!
Estuvieron muy cerca de ganar los siguientes poemas:
Frida Roffe
El café inaugura el triunfo
de la bruma solar
sobre luciérnagas ingenuas
El sorprendente comienzo, con ese punto de partida cotidiano y con deslumbramiento, se abre a un segundo verso que acumula toda la intensidad del poema en una bella imagen, luminosa y concéntrica, antes del inteligente final: planteamiento e imágenes.
MJR
Jadea la noche embriagada en vapores.
Sólo en la curvatura de tu hombro
me detengo a respirar.
El punto de vista sensorial está muy logrado en este poema, desde el comienzo más amplio hasta la concreción en esa “curvatura de tu hombro” donde es posible la respiración. Poema del gesto y del matiz, encuentra su frescura en el detalle.
Braulio Dahuabe
Mientras la noche arrulla sus huesecillos brillantes
el calor sísmico de nuestro abrazo
se vuelve jardín de porcelana.
La dinamita verbal inicial, que impacta con su hallazgo, va dando paso a otras imágenes más interiores -aunque tengan también ese estallido o “calor sísmico”-, antes de dar paso a una imagen de cierre de fina delicadeza, que condensa todo el brillo del poema.
Pero el ganador es
Wong (seudónimo de Gabriel Pérez Martínez)
Banda sonora de grillos
en el crematorio de los ángeles.
Mis alas son sólo un espejismo.
Poema conceptual muy bien estructurado, con ese misterio inicial que se va abriendo paso lentamente con su sonoridad, antes de dar paso a una imagen de extraña belleza y algo de amenaza, con ese “crematorio de los ángeles” que nos sitúa dentro y fuera del poema. Toda la pureza, todo lo celeste, todo el ideal ahora está siendo reducido a cenizas. Pero nos incendiamos al saber que nuestro incendio no es lo que parece. Bien.
Tema de la semana: “Todo incluido”. Alguna vez hemos visto este cartel en alguna promoción turística, como una invitación a la felicidad, tal vez ficticia, consumida a lo grande. En viajes en grupo, en hoteles con desayuno, media pensión o completa, en cruceros de oferta. Escribamos de esto en 3 versos y no más de 140 caracteres. Escribamos sobre el “Todo incluido” que es también la vida, porque rara vez se nos ofrece la posibilidad de fragmentarla y está todo mezclado, en aluvión, entre los viajes soñados y los confinamientos, el pasado ideal y el presente perpetuo, el dolor y la fe.